Diari Més

El proyecto de cierre del tráfico en la Part Alta provoca división entre los vecinos

El peligro de hundimiento de una casa en la Baixada del Roser ha provocado que se genere una 'prueba piloto'

Imagen de un turismo parado en la calle Major, imagen que no se tendría que repetir durante las próximas semanas.

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El hundimiento de una casa en la Baixada del Roser ha convertido la Part Alta en un espacio exclusivamente accesible para los peatones, los vehículos de los residentes y los vehículos autorizados. Esta conversión «accidental» en zona de peatones coincide con el anuncio, por parte del alcalde de la ciudad, Josep Fèlix Ballesteros, de hacer del casco antiguo un espacio libre de vehículos este 2018. Así pues, vecinos, comercios y restauración vivirán una prueba piloto de esta iniciativa del equipo de gobierno. De hecho, los propietarios del inmueble ubicado junto a las murallas tienen que hacer reparaciones para poder restablecer el tráfico en la calle, de manera que las restricciones no tienen fecha de finalización. Ningún vehículo no autorizado podrá entrar por el portal de Sant Antoni hasta que la vivienda de la bajada del Roser no se haya apuntalado. Y convertir el casco antiguo en un espacio sin coches es una idea que tiene detractores y defensores entre los vecinos.

«Ahora ya es casi de peatones, sacar los vehículos definitivamente no nos perjudicará en nada». Eran las palabras del Txema Solichero –hijo–, copropietario del renovado Tòful de la plaza del Fòrum. Aunque la historia de este establecimiento está ligada a la Part Alta desde hace décadas, hace tan sólo unas semanas que ha vuelto. Este 2018, podría vivir como el casco antiguo se transforma y es exclusivamente para peatones, una opción que, según decía, «agilizaría la descarga de los proveedores que actualmente no cumplen el horario –pueden entrar furgonetas y camionetas hasta las 11 de la mañana–». «Que pongan las tarjetas de residente para entrar por el portal de Sant Antoni, tal como se hace en el portal del Roser, porque ahora puede entrar todo el mundo», sentenciaba.

Otro establecimiento de la plaza del Fòrum, sin embargo, se posicionaba parcialmente en contra de esta idea. La comerciante, que no quiso facilitar su identidad, expresaba que «eso es peor que la Rambla». Aun así, reconocía que restringir el tráfico «perjudica» porque «la gente en Tarragona es muy cómoda». En caso de que lo quieran hacer, tendrían que aumentar las plazas de aparcamiento en los alrededores de la muralla y construir un parking disuasivo. Es muy complicado», cerraba.

En la calle Major, la división de opiniones continúa. Uno de los comerciantes, que tampoco quiso facilitar los datos ni alargar sus declaraciones, aseguraba que «es una noticia malísima». El propietario de Calzados 19, Josep Puig, manifestaba, en cambio, que «o entra todo el mundo o no entra nadie». Puig es partidario de cortar el tránsito rodado a vehículos no residentes, pero en caso de que eso fuera así, tampoco dejaría pasar las furgonetas y camionetas proveedoras de bares, restaurantes y otros establecimientos. «Sería inútil dejarlos pasar si no dejan pasar al resto de vehículos», decía, y añadía que «los proveedores ensucian la calle y no siguen el horario, aquí cada uno entra cuando quiere». Sin embargo, aceptaría la opción de crear una zona habilitada para descargar a fuera de las murallas, hecho que obligaría a los trabajadores a entrar el género caminando. «Hace falta que los gobernantes tomen una decisión», sentenciaba.

Desde Vinos y Licores Jové, Marc Jové apuntaba que «es una noticia que no nos gusta». Según detallaba, las ventas han bajado sustancialmente en las últimas semanas y la Part Alta se está vaciando porque «lo hacen todo para los turistas». Así pues, opinaba que convertirla en zona exclusiva para los peatones sólo facilitaría el éxodo de vecinos en otros puntos de la ciudad, haciendo todavía más imposible la vida en el pequeño comercio.

El AMPA del Estonnac, en contra

Y si la noticia no ha gustado a algunos vecinos y comerciantes del casco antiguo, todavía lo ha hecho menos a los padres y madres de los alumnos de la escuela el Estonnac. Está ubicada en la calle del Arc de Sant Llorenç, y los padres de los alumnos entran por el portal de Sant Antoni cuando tienen que dejar a los hijos en la puerta de la escuela. «No estamos nada satisfechos con la noticia que dio el alcalde Ballesteros», aseguraba el presidente del AMPA, Ramón Mestre. Sin embargo, expresaba que «daremos apoyo a la escuela en todos los casos» y que «esperaremos a conocer las soluciones del Ayuntamiento al respecto, porque hay que ver quién formará parte de la comisión que gestionará este proyecto.» De momento, sin embargo, aseguraban sentir «un poco de miedo», aunque confiaban en parar esta iniciativa porque en otras ocasiones ya lo conseguimos.

La comisión gestora para tratar la transformación de la Part Alta se constituirá en las próximas semanas, según el anuncio del alcalde. Una de las personas que espera encontrarse con él es el presidente de la Asociación de Veïns de la Part Alta, Manel Rovira, quien expresaba lo siguiente: «Ya sería hora que se cumpliera la promesa hecha hace treinta años. Ahora parece que va de verdad. Sería una gran noticia y los vecinos no tendrían problemas al entrar y salir». Rovira se reunirá este mes de enero con el alcalde Ballesteros y otros agentes.

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