¿Te explico una de piratas?

Hace unos quinientos años la costa de Salou y, sobre todo, la de Vila-seca, fue fuertemente castigada por los ataques piratas. Se llegaron a contar hasta 2.500 asaltantes que amarraron sus barcos buscando riquezas, alimentos y esclavos. Se cree, además, que entre los asaltantes estaría el temible corsario Dragut, un discípulo de Barba-roja que habría asaltado la zona de Salou al menos tres veces durante el siglo XVI.

Este es el trasfondo histórico que sirve de base para la actividad Pirates a la costa!, que estas vacaciones se está llevando a cabo el Museu del Port de Tarragona, y que se dirige a niños y niñas a apasionados por estas figuras legendarias.

La sesión empieza rompiendo estereotipos, presentando a los piratas que llegaron a nuestras costas con un aspecto muy diferente de los que conocemos por las películas: provenientes del África y Turquía, los asaltantes que atracaron en Vila-seca vestían turbante y faja y empuñaban un sable curvado. La aventura pirata sigue identificando los barcos más utilizados por los pícaros del mar, y en este capítulo los niños y niñas también descubren que, a diferencia de lo que se piensan, estos no eran los galeotes.

La vida a bordo de un barco pirata centra el grueso de la explicación, empezando por los alimentos disponibles, entre los cuales unas galletas que «sólo se pueden comer con los ojos cerrados o cuando es de noche». La sesión también repasa las enfermedades piratas más comunes así como los pasatiempos con los cuales los homenots de abordo mataban las horas. La descripción de la vida en el barco se cierra con una sesión práctica de nudos, una habilidad imprescindible para todo pirata que quiera ser tomado en consideración.

La historia contada en el Port de Tarragona también tiene un recuerdo para los vila-secanos que, hartos de verse asaltados por los piratas y corsarios, construyeron torres de defensa a lo largo de la costa para avistar y avisar de la llegada de los saqueadores. En este apartado se desmonta otro de los mitos piratas, aquel que apunta que recorrían el mundo en busca de tesoros. En el Museu del Port, los niños descubren que algunos alimentos, así como materiales y objetos del día a día, también eran muy preciados por estos bandidos.

La sesión se cierra con la triste historia de la 'pubilla' de Can Graset de Vila-seca, que fue secuestrada por un grupo de piratas sarracenos el mismo día de sus bodas, y de la cual no se supo nunca más nada.

Después, los niños y niñas hacen una manualidad con los personajes y los escenarios de la historia contada.

La última sesión de Pirates a la costa! se hará el viernes 5 de enero a las 11 de la mañana, y en esta ocasión será en castellano.

Esta actividad se dirige a niños y niñas de edades entre los 5 y los 12 años, tiene una duración de 90 minutos y para participar hay que hacer reserva previa al Museu del Port (tel. 977 259 400, extensión 4422).