Tráfico
El Ayuntamiento de Tarragona quiere abrir dos parkings fuera de murallas antes del 2019
La previsión es construir un edificio de tres plantas, con capacidad para albergar cerca de 500 vehículos
La empresa que gestiona los aparcamientos municipales está en tratos con dos propietarios con la finalidad de llegar a acuerdos, en un plazo corto de tiempo, y poder habilitar dos nuevos espacios de aparcamientos fuera de murallas. El objetivo es beneficiar la Parte Alta, vaciándola de coches. Las negociaciones están bastante adelantadas, informó ayer Josep Acero, responsable del Área Movilidad y presidente de la Empresa Aparcamientos Municipales. Uno de los aparcamientos consistiría en un edificio de tres plantas y tendrá cabida para cerca de 500 vehículos, y el otro podrá albergar una cifra próxima a los 250.
Acero no entró en detalles sobre plazos ni localización de los espacios susceptibles de convertirse en aparcamientos, ya que las negociaciones que mantienen las partes están abiertas. La intención del Ayuntamiento es cerrar las conversaciones «cuanto antes mejor», dijo del presidente de la Empresa Aparcamientos Municipales, quién se mostró muy discreto al mismo tiempo de facilitar detalles de la operación.
Esta actuación está vinculada al proyecto del Ayuntamiento de vaciar la Parte Alta de coches y poder dedicar sus calles a los peatones. Una vez los aparcamientos fuera de muralla sean una realidad, «buscaremos una solución consensuada con los vecinos para que puedan aparcar sus vehículos en el otro lado de la muralla», dijo Acero. La primera intervención que se hará será «ofrecer primero a los vecinos la posibilidad de disponer de plazas de aparcamientos a un precio especial», remarcó al concejal de Movilidad.
El calendario con el cual trabaja Acero es que «en dos o tres meses se puedan iniciar las obras de construcción del parking de tres plantas, y poder abrirlo al público a finales de este año». El responsable de la Empresa Aparcamientos Municipal confía en que las conversaciones que el Ayuntamiento mantiene con los propietarios puedan ser rubricadas de manera satisfactoria «en diez o quince días», subrayó Acero, quién se mostró prudente en relación a la información aportada.
La intención de construir un aparcamiento fuera de murallas y situado en las proximidades de la Parte Alta para facilitar su uso a los residentes en el casco antiguo de Tarragona no es nueva. Bajo el mandato del alcalde Joan Miquel Nadal, el Ayuntamiento se planteó destinar a aparcamiento un espacio existente entre el paseo de Sant Antoni y la calle d'En Huyà. Finalmente, se desestimó esta intervención. El cierto es que en las proximidades de la Parte Alta existen pocos espacios para destinarlos a aparcamiento de vehículos.
El más próximo sería el campo del Roqueral, propiedad del Arzobispado, situado en mucho pocos metros de distancia de la muralla.