La AV Catedral propone al Ayuntamiento de Tarragona recuperar la versión moderna del sereno

Tarragona podría recuperar la figura del sereno, en una versión actualizada, si prospera la propuesta que la Asociación de Vecinos Catedral trasladará hoy al Ayuntamiento. El presidente de la entidad y la concejala Begoña Floria mantendrán una reunión para comentar los beneficios que podría reportar en la ciudad disponer de estos vigilantes de noche, manifestó el jueves en esta redacción Jordi Ferré, presidente de la asociación.

Experiencias similares se están llevando a cabo de hace tiempo en otras ciudades, con unos resultados altamente positivos, como es el caso de la asturiana Gijón, donde este servicio funciona desde el año 1998. El ayuntamiento de la ciudad cantábrica destinó el año pasado un presupuesto de cerca de 400.000 euros por una plantilla de serenos formada por más de treinta personas. Sólo en servicios donde estuvieron implicados turistas, en el 2015 se dio asistencia a 1.873 personas, cifra que creció en 5.619 del 1 de enero al 15 de noviembre del 2017.

Ferré explicó que este servicio «tendría que afectar a toda la ciudad, en el centro y en los barrios, y los puestos de trabajo serían para personas de más de cincuenta años que se encuentran en paro y que, por su edad, tienen difícil volver al mercado laboral». De esta manera, «se conseguirían tres objetivos muy importantes, ya que con la recuperación de la figura del sereno mejoraría la seguridad en la ciudad durante la noche, se daría un servicio a los ciudadanos y los parados podrían tener un trabajo», dijo Ferré.

Como sucede en casos reales en Gijón, donde los serenos trabajan entre las 23 horas y las 7 de la mañana, «se puede atender a una persona que ha sufrido un infarto de corazón en la calle y avisar a los servicios médicos o llamar a la policía municipal porque una persona tira botellas desde la ventana de una casa». Esta tarea «sería un complemento a la vigilancia que hace la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra», resaltó Ferré.

«Un servicio útil al ciudadano»

El presidente de esta asociación de vecinos radicada a la Parte Alta comentó que «este servicio sería muy útil al ciudadano». Ferré dijo que «el sereno podría acompañar a una chica que va sola hasta casa si se lo pide, ya que se podrían evitar agresiones, llamar a la policía si a la 1 de la madrugada hay una fiesta en un piso y se molesta a los vecinos, atender a personas enfermas o, por seguridad, ir con una persona a un cajero a sacar dinero para que no se encuentre sola en estos momentos y evitar que pueda ser atracada».

Las tareas que podrían llevar a cabo los serenos serían «muchas y diversas». En un vídeo de Serenos de Gijón se ve como una trabajadora de este servicio devuelve en su sitio un contenedor de basura que ha sido desplazado, o llama al propietario de un establecimiento comercial para informarlo de que alguien ha roto los cristales de la tienda».

Jordi Ferré afirmó que, de producirse la recuperación de la figura del sereno, «todos estaríamos más tranquilos por la noche y los ciudadanos se sentirían más protegidos». «Además, los serenos podrían informar en el Ayuntamiento de desperfectos de que se han podido ocasionar durante la noche, de manera especial los fines de semana y poder actuar de una manera más rápida y eficiente». Ferré dijo también que «los serenos tendrían que estar permanentemente comunicados entre ellos con el fin de intercambiar información».

El primer documento que hace referencia a la existencia de la figura del sereno en el Estado fecha de 1715, pero fue el 12 de abril de 1765 cuando se creó el Cuerpo de Serenos. Unos años más tarde, en 1834, se reguló su función por aquellos que hacían este oficio en las capitales de provincia. Los serenos desaparecieron en 1977.