El martirio de Sant Fructuós revive en el mismo lugar y hora en que tuvo lugar el 259 dC
El arzobispo Pujol se muestra «emocionado» y destaca «el entusiasmo» de los voluntarios que van posible la recreación «de un hecho histórico de Tarragona»
El Anfiteatro de Tarraco fue ayer testigo de la recreación del martirio que el obispo Fructuós y los diáconos Auguri y Eulogi sufrieron en este lugar el 259 dC, en unos momentos de la historia en que el cristianismo era perseguido por Roma. Los tres representantes de la iglesia que se estaba abriendo camino en el mundo occidental murieron en la hoguera. La Asociación Cultural Sant Fructuós hace 28 años que reconstruye el martirio, pero por primera vez este se ha hecho a la misma hora en que tuvo lugar.
El arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, declaró a esta redacción que estaba «emocionado», y lo dijo «como sucesor de Sant Fructuós». Pujol también se refirió a «el entusiasmo e ilusión» de los cerca de ochenta actores que participaron, «que lo hacen de manera voluntaria». El arzobispo subrayó «la importancia que Tarragona tiene en la Historia, ya que Fructuoso, Eulogi y Auguri son los primeros mártires del cristianismo conocidos en Hispania».
La representación de la Pasión de Sant Fructuós fue presentada por el director de la asociación cultural que lleva el nombre del primer obispo tarraconense del cual se tiene constancia, el arqueólogo Andreu Muñoz, quien habló de «la autenticidad» del recinto que acogió la recreación, «diecisiete centurias después». Muñoz comentó a los espectadores el hilo conductor de la representación de la Pasión de Sant Fructuós, que se inició con la música que puso el Coro y Orquesta a Amigos de la Catedral mientras doce vírgenes vestidas de blanco llevaban incienso hasta el lugar donde se piensa estuvo situada la hoguera donde fueron quemados los mártires. «Lo que veremos, está basado en las actas martirials más antiguas de la Península, que nos informan de un hecho histórico de gran importancia para la ciudad y el cristianismo de los primeros tiempos». Las vírgenes narran las diferentes escenas que, después, se representaron.
Muñoz también se refirió al Anfiteatro. «Se construyó en el siglo II dC y en el siglo IV dejó de usarse, pero la comunidad cristiana mantuvo el recuerdo del martirio del 259», dijo el arqueólogo. Muñoz subrayó que en el siglo V muchos monumentos romanos se desmontaron para aprovechar las piedras, «pero no sucedió lo mismo con el Anfiteatro, donde en el siglo VII se construye una iglesia visigótica y más tarde una románica, porque el cristianismo mantuvo este lugar como un espacio de culto que, de hecho, ha llegado hasta nuestros días y la mejor evidencia es que hoy hacemos la recreación del martirio de Fructuós, Eulogi y Auguri».
El público asistente, entre el cual se encontraba Enric Vendrell, director de Asuntos Religiosos de la Generalitat, quedó muy satisfecho con la representación. El día se presentó caluroso, algunas personas se protegían con pañuelos y sólo acceder al interior del Anfiteatro se pusieron en situación. Un ligero olor a incienso llegaba a la parte superior del Anfiteatro, mientras en la arena tres escenarios preparaban al espectador para revivir las Actas Martirials, un documento que ha sobrevivido al pase del tiempo y que tiene un gran valor histórico.