El PP–40 prevé un hotel y un centro comercial entre Solimar y Monnars

La aprobación inicial del PP–40, plan urbanístico que afecta a un espacio comprendido entre Solimar y Monnars, ha sido comentado en los últimos días por vecinos de la zona, que consideran que el Ayuntamiento de Tarragona opta por unos proyectos en detrimento de otros que despiertan más interés en los residentes de Llevant. La aprobación definitiva está pendiente de la aceptación de un proyecto que afecta al sistema hidráulico de la zona, después de que la Agencia Catalana del Agua (ACA) obligara a introducir modificaciones. En el área de influencia del Pla Parcial existe un barranco que llega hasta la playa Llarga y que alimenta los pantanales.

El PP–40 prevé la construcción de un hotel, de un centro comercial y de cincuenta viviendas. Este Pla Parcial afecta en un territorio comprendido entre la conocida como rotonda del Catllar y la urbanización Solimar.

La presidenta de la Asociación de Vecinos de Monnars-Solimar y miembro de la Federación de Asociaciones de Vecinos de la Zona de Levante, Elvira Vidal, dijo a esta redacción que «pensamos que la urbanización empezará pronto, aunque el plan se tiene que aprobar definitivamente, porque el pleno del Ayuntamiento aprobó avanzar un sexenio».

Vidal se mostró crítica con la política urbanística del consistorio tarraconense, hasta el punto de decir que parece que «el Ayuntamiento quiere que haya un centro comercial en cada rotonda, cuando yo prefiero que se potencie el comercio local». Además, dijo que «se tendría que consultar e informar a los vecinos antes de dar permisos a los promotores».

La presidenta de la Asociación de Vecinos de Monnars-Solimar reivindicó el hecho que «queremos ser un barrio y que no se nos trate como residentes en una urbanización ni como personas de que tenemos recursos, porque aquí también hay parados: nos sentimos estigmatizados». Vidal considera que antes de hacer un nuevo centro comercial y un hotel, el Ayuntamiento «tendría que solucionar los problemas de movilidad que tenemos y hacer otras acciones para mejorar nuestra vida». «Aquí –insistió–, no tenemos parques y tenemos que escuchar a algún concejal decir que tenemos jardines en nuestra casa, sin pensar que eso supone un coste económico elevado que no todo el mundo puede afrontar».

Las entidades vecinales de Llevante temen la transformación urbanística que se puede operar en esta zona del término municipal de Tarragona en el futuro, pensando más en los intereses privados y comerciales que en los del vecindario. En el PP–40 añaden el proyecto de construcción de un nuevo barrio a la Budellera, entre las instalaciones del Club Gimnàstic y la urbanización Boscos. Mientras tanto, «la Savinosa está como está y la Ciudad Residencial está cerrada, en desuso,» cuando son espacios que, según su opinión, podrían ofrecer un servicio satisfactorio y provechoso en la zona de Llevant. La representante de los vecinos puso en entredicho la gestión que del patrimonio hace el Ayuntamiento de Tarragona. Para no tener, no dispongamos ni de una piscina en esta zona del término municipal: la más próxima es la del Serrallo», remarcó Vidal. La presidenta de Monnars-Solimar también recordó que «no disponemos de un centro asistencial» que atienda las necesidades de las personas que residen en las urbanizaciones.