«Lo que me mueve a hacer música no es estético, sino que el público pueda hacer una catarsis»

—Esta semana presenta en Tarragona su último trabajo. ¿Qué encontraremos en ‘Transit’?

—Hasta ahora había estado haciendo una gira por domicilios particulares con mi anterior trabajo, ‘Buenestado’. Antes había hecho cosas más jazzísticas y en inglés, solía viajar mucho al norte de Europa porque me gusta bastante la música que se hace allí. Pero echaba de menos mi raíz, y con ‘Buenestado’ había estirado el hilo de la familia, de las raíces, y me sentí mucho más completa. Pero ahora necesitaba también la música más cosmopolita, más ecléctica. Lo que he hecho en ‘Transit’, y no ha sido fácil, es juntar la idea de cantautor con lo que hacía antes, incorporando el jazz, la improvisación y el folk a más nórdico, pero perder el mensaje ‘chulo’ del cantautor de aquí.

—En sus trabajos canta en varias lenguas. ¿Qué le hace escoger la una o la otra, para cada canción?

—Mi bagaje personal. Creo que cuando canto en inglés hablo más de mí, porque estuve treinta y cinco años componiendo y cantando en inglés, y de los 14 a los 25 años es cuando|cuándo vives una etapa más egocéntrica, por eso el inglés es más vivencial. En cambio, cuando voy al catalán y al castellano todo es más universal. Con ‘Buenestado’, en qué hice una revisión de los conflictos familiares más profundos, vi que, cantando en las casas, acababa cantando los problemas de los otros. Por eso estas lenguas me conectan más con los problemas emocionales.

—La primera cata de ‘Transit’ es ‘Liebe’, una canción de la cual ya ha presentado el videoclip. Es un vídeo muy coral. ¿Por qué ha querido hacerlo así?

—La gira de ‘Buenestado’ nos llevó hasta Alemania. Yo no hablo alemán, pero quise escribir una pieza que englobara el mensaje de ‘Buenestado’ en esta lengua, como una tarjeta de bienvenida. La canción es como un mantra que repite que el amor es universal. Resultó que al concierto, las cuarenta y cinco personas que había en aquella casa eran una coral, se aprendieron la canción y acabamos cantándola todos juntos. Entonces pensé que haría un nuevo disco donde volvería a cantar con otros idiomas y donde me volviera a sentir más yo. Tuve claro que en el vídeo quería gente cooperante y que estuviéramos energéticamente cantante algo bonito. El videoclip está grabado en Alemania y después aquí, con la idea de que el amor es universal y que se tendría que mover una energía bonita entre culturas.

—Entiende la música como algo más que un entretenimiento.

—Lo que me mueve para hacer música no es estético. Me mueve el servicio, que de la pieza que estoy tocando o de su concepto a alguien pueda hacer una catarsis, que no sea entretenimiento. Quiero que ‘Transit’ sea un disco de mensajes bonitos, de cooperación y de hermandad.

—¿La gira de presentación de ‘Transit’ seguirá el mismo formato que ‘Buenestado’, con conciertos a domicilio?

—Sí, continuaremos en las casas, porque creo que este tiene que ser mi ‘modus operandi’, no se puede comparar con nada. Y para la función que quiero que tenga mi música, el formato es ideal, es mucho más catártico. Pero paralelamente también daremos conciertos al uso, porque el formato y el repertorio son adecuados para escenarios grandes.

—Así pues, ¿cómo será el concierto de Tarragona?

—Estoy muy contenta porque vendrán dos txalapartaris, Nando Taló y Siscu Aguilera. Estaremos el trío que formamos a Alexis Lanza en el violonchelo, Fer García-Ramos a la batería, y yo en la guitarra. Habrá mucha canción de autor pero también muchos espacios roçant la psicodelia. Intentaremos que en los espacios de improvisación podamos soltar nuestras emociones, crear espacios sonoros que sugieran un color.