La TAP genera un impacto económico de 24 millones de euros desde su remodelación

La Tàrraco Arena Plaça (TAP) ha generado un impacto económico de 24 millones de euros desde su remodelación. La antigua plaza de toros de Tarragona se reconvirtió en equipamiento el año 2010 después de un largo y costes proceso de rehabilitación -en el cual se añadió la cúpula retráctil y adoptó el actual nombre. La Diputació de Tarragona, propietaria del espacio, invirtió 25 millones. El presidente Josep Poblet, además, asegura que el impacto directo por la explotación del recinto ya casi iguala la inversión hecha, según un estudio de la URV. El mismo estudio prevé que el equipamiento generará un impacto de 5,6 millones de euros el año para la ciudad. Durante el tradicional encuentro anual con los medios de comunicación que la institución ha convocado este lunes, Poblet también se ha comprometido a facilitar «temporalmente» los recursos que hagan falta para acabar la construcción del Palau d'Esports para los Juegos Mediterráneos del 2018.

«Si hay algún flequillo que todavía queda, sólo tienen que articular la manera en que facilitamos temporalmente recursos a quien tiene la responsabilidad de hacerlo», ha dicho Poblet. «El polideportivo de Campclar, que es el pabellón insignia de los Juegos, parece que tiene unos pequeños creces, no tiene todavía resuelto la financiación, y yo ya he dicho claramente a quién tenía que decir -y ahora os lo confirmo- que si hay alguna dificultad en este sentido, no nos importa facilitar la tesorería», ha añadido Poblet, si bien ha remarcado que la institución no es la titular de la instalación. De hecho, Poblet ha apuntado la firma de un convenio como la mejor fórmula para acordar esta inyección económica a retornar por parte de la administración -ya sea Ayuntamiento, Generalitat o Estado.

El presidente de la Diputació ha destacado el impacto económico que ha generado otro equipamiento del cual sí que es titular. La Tàrraco Arena Plaça (TAP), en 4 años y medio de explotación, la han visitado 770.000 personas con un impacto directo de 11,6 millones. En estos hay que sumar 9,9 millones de euros de impacto indirecto -de alojamientos y consumo en la ciudad- y unos 2,6 millones más de impacto inducido -generación de sitios de restauración y actividades económicas en torno a la TAP. «Se sitúa en los 24.100.000 euros de impacto directo en la ciudad», ha afirmado Poblet. De hecho, ahora la TAP se amplía con un nuevo edificio de servicios justo junto al equipamiento, inaugurado este mismo lunes, con motivo del encuentro anual con la prensa.

Poblet ha valorado la reducción del endeudamiento en los últimos diez años. Cuando asumió presidencia el año 2007, la deuda era de 105 millones de euros y en la actualidad es de 27 millones. Según Poblet, eso ha posibilitado, a pesar de recibir los mismos recursos, impulsar «políticas crecientes». Así, ha citado, como grandes «hitos» de esta década, la nueva sede del ente en el Ebro, la adquisición de la antigua sede de Caixa Tarragona como sede operativa de la Diputació en la ciudad, el archivo general de la Canonja, la inversión en el castillo de Escornalbou, la futura ampliación del conservatorio de música de Tarragona, el apoyo a los Juegos o al Museo Casteller de Valls. «Con una inyección de 1.225.000 euros, quien más ha creído es la Diputació», ha remachado.

Finalmente, el presidente se ha mostrado también orgulloso que el personal de la Diputació -con una plantilla de unos 1.200 trabajadores-, a pesar de haber pasado por una etapa de contención y congelaciones, puntúan con mucho mejor nota su grado de satisfacción a la institución. Así hace diez años atrás, los empleados ponían un suspenso -4,7 de nota-, y ahora la calificación es de notable -un 7,47.