Joana Enríquez, madre de Ferran el Católico, murió hace 550 años en la Parte Alta

Tarragona ha vivido momentos especialmente importantes en su larga trayectoria histórica. Uno de ellos fue la muerte de la madre de Fernando II de Aragón y V de Castilla, conocido como el Católico, la reina Joana Enríquez, quien traspasó al edificio medieval adosado en la Catedral, el Palau del Camarero, mañana hará 550 años. Este inmueble fue residencia de reyes, nobles e, incluso, de Benedicte XIII, a quien popularmente pasó a la historia como Papa Luna.

Joana Enríquez y Fernández de Córdoba, esposa de Juan II de Aragón, murió de pulmonía el 13 de febrero de 1468, a la edad de 43 años. Un manuscrito conservado en la biblioteca del Instituto de Estudios Catalanes informa de los motivos que pusieron fin a la vida de la madre de Ferran al Católico cuando este tenía dieciséis años. Textualmente, el escrito dice: «A l’hora de mig die passá desta present vila la Ilustrisima Senyora Reyna dona Johann, consort del Ilustrissimo Senyor don Johan, Rey de Navarra, olim daragó, la qual mort en la ciutat de Terragona de mal de costat é descupir sanch lo proper dit die».

El cadáver de Joana Enríquez fue trasladado al Monasterio de Poblet, donde se celebraron las honras fúnebres. Los restos mortales de la reina descansan a pocos metros de donde se encuentran las de su padre. La inhumación se hizo con carácter de urgencia porque se consideró contagiosa la enfermedad que puso fin a su vida.

La presencia de la reina en el Palau del Camarero no era casual. En décadas anteriores, los monarcas que visitaban Tarragona tenían por costumbre residir en el Pretorio o en el Castillo del Patriarca, este último dinamitado el 19 de agosto de 1813 por el ejército de Napoleón. Antiguas crónicas afirman que a Ferran el Católico, encara a un adolescente, no le resultaba confortable el Castillo del Patriarca y decidió cambiar de residencia e ir a vivir al Palau del Camarero. Su padre Juan II, fue el primer monarca a utilizar este inmueble del pla de la Seu como palacete real.

Ferran el Católico residió en la ciudad de Tarragona entre los diez y los dieciséis años y fue, precisamente, en esta ciudad, que se celebró una reunión en la cual se negoció la concesión de una bula papal para que pudiera contraer matrimonio legal con Isabel de Castilla, su prima. El enlace tuvo lugar un año después de la muerte de Joana Enríquez.

El Palau del Camarero, documentado desde el siglo XIV, recibe el nombre de la persona que lo tenía como vivienda habitual: el Camarero. Este sustantivo correspondía al segundo religioso de mayor rango del Capítulo Catedralicio tarraconense, persona que ostentaba el dominio sobre el Senyoriu de Reus.

Del paso de personajes históricos por el Palau del Camarero quedan, además de testimonios escritos, otras referencias, como un escudo del Papa Luna hecho en madera en que se conserva en vigas del techo de una de las estancias del palacete de la Parte Alta.