Seguridad
Sólo 9 de los 32 colegios tarraconenses tienen presencia policial diariamente
Ocho de ellos son concertados y sólo uno es público y, con respecto al resto de escuelas, los agentes de la Guardia Urbana hacen actuaciones periódicamente
Carmelitas, el Carme, los Ángels, el Estonnac-Ensenyança, la Salle Torreforta, Sant Domènec de Guzman, Sant Pau Apòstol, Sant Salvador i Teresianes. Estos son los nueve colegios tarraconenses que reciben, diariamente, la presencia de una patrulla de la Guardia Urbana en los horarios de entrada y salida a la escuela. En la ciudad, sin embargo, hay 23 centros educativos más. Los agentes municipales hacen acto de presencia en el resto de escuelas de manera periódica, cuando el tráfico es más denso o cuando se requiere de su actuación por algún otro motivo. Así se asignó en el procedimiento del servicio de protección escolar para el curso 2017/2018, una elección determinada por cinco criterios de valoración y graduación de peligrosidad.
Entre las nueve escuelas vigiladas de lunes a viernes, ocho son privadas concertadas y sólo una es pública, la de Sant Salvador. Entre las ocho y media y las nueve de la mañana, y entre las cuatro y media y las cinco de la tarde, una patrulla –dos agentes– se acercan en estos centros educativos para dar el servicio de protección escolar. Estas, han sido escogidas porque cumplen con alguno de los siguientes criterios: hay datos de accidentalidad en torno a los centros en los últimos años, no disponen de paso para peatones regulado por semáforo, afectan a la movilidad y tráfico externo, puede haber peligrosidad por un posible exceso de velocidad en las vías de los alrededores o tienen un número de alumnos elevado.
Falta de efectivos
Uno de los motivos principales que obstaculiza la presencia de la Guardia Urbana en más escuelas de la ciudad es la falta de efectivos en el cuerpo. Actualmente, 161 son los agentes –mandos incluidos– que forman parte del cuerpo, teniendo en cuenta todas las unidades. 17 de estos no hacen patrullaje de calle y trabajan en la sala de control. Según aseguraba el portavoz de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios a la Guardia Urbana, Amadeu Bartolí, «el número real de agentes disponibles para salir a la calle es muy menor».
Si se tienen en cuenta los turnos, las vacaciones, las posibles bajas laborales y otros imprevistos, los agentes disponibles no llegarían a la treintena. Además, Bartolí sentenciaba el siguiente: «El cuerpo está saliendo adelante gracias a la predisposición y al sacrificio de los agentes». De hecho, lamentaba que, durante la época navideña, casi ninguno de los agentes pudo hacer vacaciones porque la falta de personal era muy grave. «Llegamos a finales de año con un exceso de horas extra que no se nos puede llegar a devolver», aseguraba.
Con todo, Bartolí añadía que el servicio que dan a las nueve escuelas es «prioritario», aunque reconocía que, por falta de personal, si hay alguna urgencia, lo tenemos que dejar.
Reclamación de algunas escuelas
Entre los colegios que no constan a la lista mencionada, hay algunos que han pedido, reiteradamente, la presencia de los agentes para regular el tráfico y evitar problemas más graves. El pasado 22 de enero, un atropello delante de la escuela Saavedra reactivó las reclamaciones por parte del AMPA. Después de los hechos, hicieron llegar una misiva a la administración local para pedir que la Guardia Urbana volviera a hacer tareas de vigilancia y de control de tráfico en el exterior del centro. «Desconocemos porque dejaron de venir diariamente», expresaba a la presidenta del AMPA, Isabel Toussaint, después del accidente.
Otro colegio que hace tiempo que reclama la presencia de los agentes es Pau Delclós. La Unión de Madres y Padres de Alumnes (UMPA) del colegio informó a Diari Més a principios de enero de que está dispuesta a llevar al Síndic de Greujes la problemática que este colectivo acarrea del año 2011, como a consecuencia de los vehículos que circulan por la calle Méndez Núñez en las horas de entrada y salida de los alumnos del centro escolar.
Pero no solamente el Saavedra o Pau Delclós han reclamado a una patrulla de la Guardia Urbana. La última semana, la Asociación de Vecinos del Parque Francolí, mantuvo una reunión con el cuerpo municipal donde, entre otras cuestiones, pidieron la presencia de agentes a la escuela Tarragona. «El colapso de circulación que se produce durante las horas de entrada y salida de la escuela Tarragona nos preocupa», decía a la presidenta de la entidad vecinal, Roser Barrio.
Según detallaba, son decenas los vehículos de padres y madres de la escuela los que se agrupan en las calles de los alrededores del centro a las nueve de la mañana y a las cinco de la tarde. En este sentido, la Guardia Urbana se comprometió también a hacer acto de presencia, pero los agentes comunicaron que la escuela Tarragona no es «prioritaria» por su ubicación.