El chico herido por una porra en Tarragona: «Tuve la suerte de ser grabado y espero que sea una pequeña victoria»

Magí Castro, el niño de 13 años que recibió un golpe de porra por parte de un agente de los Mossos d'Esquadra durante la huelga general del 2012 en Tarragona, confía en que el juicio que se celebrará el próximo martes en la Audiencia sea «una pequeña victoria» para todas las víctimas de la represión policial. El chico, que actualmente tiene 19 años, ha puesto en valor que, cinco años después, el caso llegará finalmente a juicio gracias al hecho de que fue grabado por las cámaras de televisión. Este martes se ha presentado la campaña Ni al cap ni enlloc, que pide el apoyo de colectivos e instituciones para acabar con «la impunidad policial». De cara al juicio, la acusación particular solicita tres años de prisión para el cabo de los mossos que protagonizó la acción, mientras que la fiscalía no ve infracción penal. La izquierda independentista ha convocado un desayuno solidario y una concentración de apoyo a las puertas de los juzgados.

«Queremos que sea una pequeña victoria para toda la gente que no ha podido ser grabada y ha sufrido lo mismo, que seguro que ha estado mucha. Nosotros hemos tenido la suerte de ser grabados y por eso podemos hacer el juicio», ha expresado este martes el chico que resultó herido. El joven ha recordado que, de no estar por las imágenes, se hubiera impuesto la primera versión policial según la cual él había tirado una piedra y se había golpeado a sí mismo. «Evidentemente es -una versión- estúpida y suerte de las imágenes porque, sino, hubiera quedado como si yo fuera el culpable», ha opinado.

Magí Castro ha recordado los hechos ocurridos el 14 de noviembre del 2012 y ha admitido que aquel fue el momento en que ha pasado «más miedo» a su vida. El chico participaba en una manifestación, junto con su madre, en el marco de la huelga general. A la altura de la plaza Generalitat los mossos cargaron y un cabo que perseguía a un manifestante lo golpeó con la porra en la cabeza. Después de su experiencia, el chico ha admitido que tuvo «unos meses de trauma», «no podía ver a un policía ni de lejos» y se angustiaba en espacios muy concurridos, aunque a día de hoy ya lo ha superado.

Según el abogado de la acusación particular que representa sus intereses, en el marco de la carga de los agentes del ARRO de los Mossos d'Esquadra, el cabo «empezó a correr con el bastón policial levantado blandiéndolo de manera no reglamentaria» por lo que «abrió la cabeza al menor». El letrado, Ramon Maria Sans, sostiene que los hechos son constitutivos de un delito de lesiones por el cual reclama una pena de entre dos y tres años de prisión -en función de sí se acepta el uso de armas con métodos o formas peligrosas-, la inhabilitación del agente durante el tiempo de condena y el pago de 1.329 euros.

Por su parte, la fiscalía consideró que los hechos constituirían una falta de lesiones imprudentes, pero como esta infracción quedó despenalizada en la reforma del Código Penal, tan sólo pide que el agente pague una indemnización de 500 euros al joven. La vista se celebrará el 27 de febrero en la Audiencia de Tarragona.

A una semana de la vista judicial, el joven y miembros de la izquierda independentista han presentado la campaña Ni al cap ni enlloc en el mismo lugar donde se produjeron los hechos. Durante el acto, se ha leído un manifiesto -que ya cuenta con el apoyo de 41 entidades- y se ha hecho pública la moción de apoyo presentada por la madre del joven, Lorda Mauri, para que se apruebe ajo próximo lleno del Ayuntamiento de Tarragona. Según sus impulsores, el texto cuenta con el apoyo de ERC, CUP e ICV-EUiA.

Pol Domingo, miembro de la izquierda independentista, ha lamentado que la ciudadanía se haya olvidado de los «ataques recibidos» por la policía. Releyendo el manifiesto presentado, ha criticado que «abrirle la cabeza a un menor de edad tan sólo supone una falta leve para el agresor» y ha llamado a acabar con «la impunidad» de la policía.

A su vez, la madre del chico ha añadido que la moción que llevarán al Ayuntamiento de Tarragona pide que el consistorio explicite su apoyo a su hijo «en el marco de los compromisos que se desprenden de la declaración de Tarragona como ciudad amiga de la infancia» y que rechace «las actuaciones policiales abusivas cultiva la población tarraconense que se manifiesta de forma pacífica y democrática».