Josep Maria Clariana: Cantante y guitarrista de Nats
«En estos tiempos de 'reguetón' los roqueros no estamos solos, alguien nos escucha»
La formación Nats vuelve después de un largo silencio con el disco ‘No estem sols’ que presentarán el 23 de febrero en la Sala Zero de Tarragona
—Nats vuelve a los escenarios con un disco nuevo y una formación renovada. ¿Nos encontraremos los Nats que ya conocemos?
—No exactamente, porque hay un miembro que ya no está, Jordi Pallarès, que murió en 2011. De hecho, fue para hacerle un homenaje que nos reunimos en un concierto, y fue entonces cuando nos volvió a picar el gusanillo de volver a la escena musical.
—La formación se ha recompuesto. ¿Cómo ha estado el encaje?
—En aquel concierto de homenaje, la guitarra de Jordi la sustituyó Aleix Gallifa. Después, con el tiempo, Marcel Aragonès dijo que tampoco podía seguir y entró Joan Meseguer. Pero en lugar de entrar en la guitarra, cogió el bajo, y yo me quedé la guitarra. O sea, que hemos hecho una recomposición de músicos y de instrumentos.
—¿Qué sonido querían que tuviera, este nuevo trabajo?
—Queríamos que nuestro estilo fuera reconocible, pero puesto al día. El sonido que nos caracterizaba era contundente, somos bastante roqueros, nos gustan las guitarras potentes y la batería contundente, pero todo eso mezclado con unas melodías bastante inmediatas. Y siempre con la presencia del teclado, que ya entonces nos caracterizaba, y que en aquel momento podía parecer más moderno y ahora quizás es vintage.
—‘No estem sols’ ha sido mezclado y remasterizado por Miguel Zanón. ¿Qué ha aportado?
—Sobre todo puso orden a todas las pistas. Grabamos el disco en casa, en los estudios de la banda. Zanón aportó bastantes arreglos de guitarra y también muchas aportaciones derivadas de su sabiduría musical.
—‘No estem sols’ es también el título de la primera canción del disco. ¿Quién es, que nos hace compañía?
—Es un juego de palabras que tiene un doble sentido. Por una parte, queríamos decir que, en esta época de reguetón, los roqueros ‘No estem sols’ del todo, todavía hay alguien que nos escucha. Pero también hace referencia a los áliens. Este es un tema que nos gusta y apasiona, y estamos convencidos de que es imposible que, en un universo tan grande, no haya nadie más.
—Esta reivindicación roquera también la encontramos en 'Sóc com sóc'.
—Sí, aquí hacemos un homenaje a AC/DC y también a Malcolm Young, que cuando la compusimos todavía estaba vivo. AC/DC es una de nuestras influencias, aunque tenemos muchas más, y nuestra música así lo delata.
—El disco también rezuma las ganas de vivir. El recuerdo del compañero perdido está bien presente.
—Ha estado presente siempre, desde los ensayos. Jordi era un gran amigo, desde la infancia, no sólo era aquel músico con quien te encuentras y tocas. Nuestras ganas de salir adelante están a todas las letras, y sobre todo a 'Per molts anys', que recuerda que siempre estará con nosotros.
—Hablan de temas universales, como el amor y el desamor. ¿Ha cambiado su punto de vista sobre estas cuestiones?
—Ya no hacemos letras tan inmediatas ni adolescentes, porque ya no tenemos esa edad. Nos ha costado más hacer las letras que la música, porque ahora lo que tienes en la cabeza es la hipoteca o las notas del niño.
—¿Cómo ha sido este ejercicio de reanudar el trabajo musical?
—Muy ilusionante, porque de alguna manera nos ha devuelto un poco a la juventud. También estamos reencontrando, dentro del mundo musical, a muchas personas que hace tiempo que no veíamos.
—En todos estos años ha cambiado mucho la manera de hacer y consumir música.
—Somos conscientes. Antes tenías quince días para hacer el disco en el estudio, porque se tenía que alquilar y era caro. Ahora, lo hemos hecho en cinco años. Pero nos encontramos con que la venta de discos es casi inexistente, y en la radio están más por el remember que por las novedades. A cambio, las redes son una gran ayuda para darte a conocer.