Educación
El convenio de 2005 entre Dominiques y Ayuntamiento para la escuela Arrabassada
La Congregación envió una carta a la Generalitat reclamando el solar que el alcalde Nadal había prometido al centro y eso ha frenado el inicio de las obras
El convenio firmado el año 2005 entre la Congregació de les Dominiques de l’Ensenyança de la Immaculada Concepció y el Ayuntamiento de Tarragona, encabezado por el entonces alcalde Joan Miquel Nadal, ha parado las obras de construcción de la nueva escuela de la Arrabassada. Estas, se adjudicaron por 3.747.400 euros (sin IVA) el pasado 26 de octubre. Unos días antes, sin embargo, la Congregación envió una carta a la Generalitat, donde reclamaba la vigencia del convenio de 2005 y una solución para que el colegio, ubicado en el centro de la ciudad, se pueda trasladar en un futuro. El convenio acordaba que el consistorio venía a Dominiques el solar donde finalmente la Generalitat tiene que construir la escuela Arrabassada a cambio de calificar el edificio de la Congregación como residencial. La discrepancia jurídica sobre la validez del convenio de hace 13 años ha frenado el inicio de las obras de la escuela Arrabassada, que tendrían que haber arrancado en diciembre.
Ayuntamiento, Generalitat, Dominiques y escuela Arrabassada vuelven a protagonizar un nuevo episodio del caso urbanístico-educativo que empezó 13 años atrás. El año 2005, el alcalde Joan Miquel Nadal, firmó un convenio con la Congregación de las Dominiques. Este, determinaba que el solar de la Vall de l'Arrabassada, ubicado en el PP20 y calificado como terreno para equipamientos, se vendía en el centro educativo a cambio de calificar el edificio de Rovira i Virgili como residencial para poder venderlo, lugar donde las Dominiques todavía se encuentran actualmente. El consejo plenario extraordinario del 7 de octubre de 2005 aprobó, con los únicos votos en contra de ICV, la firma del convenio. Los trámites, sin embargo, no se llegaron a completar nunca.
Un «Protocolo de Intenciones»
Desde 2005, llevant sigue sin solar para la escuela, ni pública ni concertada, y las Dominiques continúan en la calle Rovira i Virgili, donde se encuentran desde hace más de 50 años. El año 2013, sin embargo, la Congregación y el Ayuntamiento firmaron un Protocolo de Intenciones para «facilitar la implantación de la comunidad de las Dominiques en Llevant». Entonces, el solar que el consistorio había prometido a Dominiques, estaba calificado como equipamiento educativo público. El interés de la Generalitat por este solar, con intenciones de construir una escuela pública, era real. Y de hecho, el Ayuntamiento ya había iniciado los trámites para la cesión del mismo. El convenio de 2005, sin embargo, bloqueaba la situación.
Con el Protocolo de Intenciones, Ayuntamiento y Congregación se comprometían a elaborar otro convenio que sustituyera el de 2005 y que, por lo tanto, diera una solución a las Dominiques para poder marcharse del centro a Llevant sin afectar a la construcción de la nueva escuela Arrabassada. Tal como recalcaba Ballesteros en el consejo plenario del 19 de abril de 2013, «hoy no aprobamos una cesión, aprobamos un protocolo». El problema, sin embargo, se encuentra en que el protocolo no avanzó nunca más y que, por lo tanto, no se elaboró un nuevo convenio entre el consistorio y las Dominiques.
Bloqueo de las obras
El año 2014 y después de renunciar a una primera opción, la Generalitat aceptó la cesión de unos terrenos ubicados en el Vall de l'Arrabassada para construir la escuela pública. Era el mismo solar que el Ayuntamiento había prometido a Dominiques el año 2005. Finalmente, después de una década de espera, la Generalitat de Catalunya licitó las obras de la nueva escuela de la Arrabassada en julio de 2017. Estas, se adjudicaron el 26 de octubre por 3,7 millones de euros. Unos días antes de formalizar la adjudicación, sin embargo, la Generalitat recibió una carta de la Congregación de las Dominiques, tal como ha reconocido el Departament d'Ensenyament.
En la misiva, según ha podido saber este medio, la Congregación reclama la vigencia del convenio de 2005 y también una solución inmediata para resolver su futuro traslado a la zona de Llevant. Las discrepancias jurídicas entre el Ayuntamiento y las Dominiques sobre la validez del documento han motivado que la Generalitat pare las obras. Estas, se tendrían que haber iniciado el mes de diciembre. De hecho, arquitecto y constructora quedan a la espera para empezar a trabajar.
Trabajo «intenso» del consistorio
Desde el Ayuntamiento aseguran que se está trabajando «intensamente» en dos ámbitos «igual de prioritarios». «Por una parte, queremos interceder para que las obras de construcción de la Escuela Arrabassada, largamente esperadas por la comunidad educativa y el entorno, puedan empezar el más bien posible», aseguraba el concejal de Educación, Francesc Roca. Y de la otra, añadía: «Estamos negociando para poder firmar tanto pronto como se pueda un nuevo convenio con la titularidad de las Dominiques en Tarragona que satisfaga todas las partes, tanto educativamente como urbanísticamente».
Las conversaciones entre las partes están abiertas y las próximas semanas serán clave para desencajar la situación.