Un nuevo dispositivo consigue producir energía limpia diez veces más rápido que la biomasa
Investigadores de la URV patentan un sistema que imita la hoja de un árbol para absorber C02 a alta velocidad y transformarlo en biocombustible
Investigadores del Departamento de Ingeniería Química de la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona han patentado un nuevo dispositivo que, imitando la fotosíntesis de las plantas, transforma el CO2 en biocombustible y produce energía limpia diez veces más rápido que la biomasa.
Según Ricard Garcia-Valls, investigador principal del proyecto, la función de las plantas ha inspirado la creación del nuevo dispositivo, de momento un prototipo, que permite acumular el dióxido de carbono (CO2) para transformarlo en biocombustible.
El dispositivo es capaz de aumentar de cuatro a diez veces más la capacidad de acumulación de CO2 con respecto a las hojas de los árboles, permite obtener un compuesto concreto y la velocidad de producción de energía es, como mínimo, diez veces más rápido que la biomasa.
Copiando los estomas o poro de las hojas de las plantas, los investigadores han diseñado una membrana con estomas artificiales, unos poros en los cuales han aplicado unos compuestos que, en contacto con el agua, hacen que las moléculas de CO2 queden atrapadas sobre la superficie.
En el caso de los árboles, el dióxido de carbono concentrado en las hojas se transforma en materia orgánica, mientras que el dispositivo que han diseñado aprovecha esta concentración de CO2 para conseguir ácido fórmico o metanol, que, según los investigadores, permite fabricar combustible limpio con la ayuda de placas solares, sin ningún impacto medioambiental, se puede almacenar y posibilitará producir electricidad.
Los investigadores han reconocido que esta línea de investigación no es nueva, ya que los últimos años se han fabricado diferentes dispositivos de captación de CO2, pero el prototipo diseñado en la URV aporta nuevas ventajas, como la velocidad a producir energía es superior a la media de los productos que ya existen, hecho que permitirá optimizar el proceso de captación de CO2 y conseguir más energía en menos tiempo.
Los investigadores ya han fabricado un prototipo del dispositivo y han solicitado una patente, que tiene la titularidad compartida entre la URV y el Centro de Tecnología Química (CTQ).
Según los investigadores, el dispositivo puede tener utilidad como sustituto en pequeño formado de baterías solares o pilas que se cargarían solas con energía renovable para poder hacer funcionar teléfonos, ordenadores, tabletas o coches.