Alumnos del Aura se cortan el pelo en solidaridad con enfermos de cáncer

Alumnos del Colegio Aura mostraron ayer su solidaridad con las personas enfermas de cáncer, cortándose el pelo para destinarlo a la confección de pelucas de pelo natural. En poco más de dos horas se vivieron muchas experiencias personales. Algunas de las chicas llegaron al centro escolar con una cabellera que les llegaba hasta la cintura y salieron con el pelo corto. Hay que tener en cuenta que las colas más pequeñas tienen que hacer un mínimo de veinte centímetros.

Profesionales de la peluquería que Maite Cotano tiene a Reus, y de Tremendas, perteneciente al grupo Mimos, midieron el pelo de las niñas antes de proceder a cortarlo y las ofrecieron una nueva estética. La más pequeña, Núria, de sólo ocho años, dijo que «me han cortado cinco o seis colas y estoy contenta para poder ayudar a quien tiene cáncer».

Por las manos de las peluqueras también pasaron Luna, a Laura y Blanca, todas de trece años. «El pelo me llegaba casi hasta la cintura y han podido hacer cuatro colas», dijo Luna, quién apuntó que «hace dos años, cuando se empezó a hacer aquí, en el colegio, decidí no cortarme el pelo para tenerlo más largo». Con la nueva imagen, «me veo diferente, pero estoy contenta para poder ayudar». Por su parte, Laura remarcó que «siempre he querido hacer alguna cosa solidaria y pienso que esta es bonita porque se harán pelucas de pelo natural», mientras que Blanca confesó que el día anterior «estaba nerviosa, porque tenía el pelo muy largo y, ahora, estoy muy bien, tranquila y contenta». «Te tienes que poner en la piel de los otros», remarcó, siempre manteniendo la sonrisa, mientras otras compañeras le decían «estás muy bonita».

El proceso

Ana Villalonga, presidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Tarragona, explicó a esta redacción que las colas solidarias «las traemos a nuestro centro y, después, las entregamos a empresas de pelucas con las cuales tenemos convenios firmados, como Svenson, que las da de manera gratuita a enfermos de cáncer con pocos recursos o hasta con un 70 por ciento de descuento a quienes tiene más posibilidades económicas». Villalonga informó de que, antes de confeccionar una peluca, «se analiza la imagen de la persona que lo tiene que recibir para que el pelo se ajuste al de sus características».

La de ayer fue la tercera experiencia en que participan alumnos de Primària y de ESO del Col·egi Aura. La directora del centro, Imma Molas, comentó que todo empezó «un día en que unas niñas vinieron con el pelo muy corto, preguntamos cuál era el motivo y dijeron que se lo habían cortado para hacer pelucas de pelo natural». «Nosotros planteamos a las alumnas hacer lo mismo y la respuesta fue muy positiva», dijo Molas, quien añadió que «hoy –para ayer– se habían apuntado veintidós alumnas de Primària y debe de ESO, pero después han venido otros, de manera espontánea, que, una vez pedido permiso a sus madres, también se lo han cortado». La jornada finalizó con casi de sesenta colas. También hay alumnos que «se cortan el pelo en verano y lo guardan para darlo ahora». Molas se refirió al caso de una madre, que «tiene un gran volumen de pelo y de ella se han podido hacer ocho colas».

La peluquera Maite Cotano se especializó, hace diecisiete años, en estética oncológica. Ayer cerró su peluquería para poder dedicar unas horas a esta actividad solidaria, como hicieron otros profesionales que accedieron al aula del Aura. Cotano indicó que «para hacer una peluca de pelo natural hacen falta de 14 a 16 colas». «El año pasado vinimos aquí pensando que haríamos unas veinticinco colas y salimos con sesenta y dos: hoy vamos por el mismo camino».