Imponen una decena de sanciones por incumplimiento de horario en el Mercat Central
Espimsa las ha tramitado porque «algunas paradas se han saltado el reglamento acordado de forma reiterada» y oscilan entre los 751 y los 1.500 euros
Después de meses de aviso, Espimsa ha hecho efectiva la tramitación al Ayuntamiento de Tarragona de una decena de sanciones por el incumplimiento de horario de algunos puestos del Mercat Central. La empresa municipal, gestora del equipamiento, anunció esta medida el mes de julio, al ver que determinados paradistas cerraban cuando no lo tenían que hacer. Siete meses después y, al ver que la situación no ha mejorado y el incumplimiento ha sido reiterado, Espimsa ha hecho llegar las sanciones, que oscilan entre los 751 y los 1.500 euros.
El consejo de administración de Espimsa, celebrado el 30 de enero, acordó, por unanimidad, trasladar al Ayuntamiento de Tarragona las actas de inspección de los puestos del Mercat Central que incumplían el horario establecido por el reglamento, después de once meses abiertos. Un mes después, la presidenta de la empresa municipal, Elvira Ferrando, confirmaba que «se ha hecho efectiva la tramitación de una decena de sanciones por incumplimiento de horario de manera reiterativa». Estas sanciones podrían comportar importes entre los 751 y los 1.500 euros. Según el reglamento del mercado, el incumplimiento de los horarios de apertura se considera una «infracción grave».
«Con las paradas que hemos tenido este problema hemos ofrecido planes de empresa desde Tarragona Impulsa y también ayudas de Comercio Activo. Los hemos dado todas las facilidades, pero no se ha solucionado nada», lamentaba Ferrando. El reglamento se aprobó el año 2015 «después de 17 versiones, con el consenso de todo el mundo y sin ninguna alegación de nadie», detallaba a la presidenta de Espimsa. Los paradistas tienen que abrir de manera ininterrumpida, de lunes a sábado, entre las 9 de la mañana y las 8 de la noche, a excepción de las pescaderías, que pueden cerrar los lunes. Además, también se acordó la posibilidad de escoger el día de descanso. Las paradas se pusieron de acuerdo con el fin de mantener un 60% de la superficie del mercado abierta, pero esta cuota no se ha acabado de cumplir. «Sólo con que abrieran dos o tres paradas de las grandes, ya estaría solucionado», expresaba Ferrando.
Las sanciones en el Mercat Central han llegado después de que los mismos paradistas las reclamaran. En el interior del remodelado edificio hay 47 paradas, pero sólo algunas son las que incumplen el horario, hecho que afecta al conjunto de los establecimientos. «A mí me gustaría que el cumplimientofuera total, porque los paradistas han invertido mucho dinero y la mayoría está siguiendo el horario tal como marca el reglamento», decía Ferrando, que añadía que «Espimsa no multa porque quiere, lo hace porque es nuestro trabajo sancionar si no se cumple un reglamento acordado entre todos». El pasado 16 de enero, este medio se hacía eco de las quejas de la presidenta de los paradistas, Maria Virgili, que denunciaba que el mercado era un espacio «vacío y oscuro». Después de la llegada de las sanciones, sin embargo, Virgili no ha querido hacer declaraciones.
El procedimiento a seguir para tramitar las sanciones por parte del Ayuntamiento consiste en, primero, incoar el expediente y, después, comunicarlo a los paradistas implicados. A partir de aquí, se abre un periodo para emitir alegaciones y después uno para resolverlas. Así pues, los paradistas que han incumplido el horario «reiteradamente», según aseguraba Ferrando, tendrán una segunda oportunidad para demostrar que eso no ha estado así. Hay que recordar, sin embargo, que Espimsa ha realizado desde la apertura del Mercat el pasado 16 de marzo de 2017, un control exhaustivo del cumplimiento.
Actualmente, el Mercat Central de Tarragona está formado por 47 paradas, entre pescaderías, carnicerías, verdulerías, pastelerías y otras tiendas, como por ejemplo las que ofrecen sushi o catas. De hecho, sólo quedan tres espacios por cubrir: las paradas 5, 6 y 29. El Ayuntamiento las volvió a licitar el pasado mes de diciembre de 2017 y está a la espera de recibir ofertas de particulares. Las licencias se venden a un precio de 7.800 euros el metro cuadrado y la duración del contrato es de 50 años. Hoy por hoy, no hay noticia de que el consistorio haya recibido ofertas.