La nueva Facultad de Educación de la URV empezará a construirse la próxima semana

La nueva Facultad de Educación de la Universidad Rovira i Virgili empezará a construirse la próxima semana. Las obras llegan ocho años después de la redacción del proyecto, que se detuvo por culpa de la crisis económica y la falta de recursos. Los movimientos de tierras, las excavaciones y la construcción debajo de la estructura del edificio del futuro aulario protagonizarán esta primera fase del proyecto. Los trabajos tendrán una duración aproximada de seis meses. Después, restarán tres fases más, que la URV espera completar entre los años 2019 y 2020. El presupuesto total del proyecto es de unos 11 millones de euros, aunque esta primera parte, financiada con recursos propios de la universidad, prevé un gasto de poco más de 1,2 millones de euros.

Ocho años. Eso es lo que ha tenido que esperar la Universidad Rovira i Virgili para poder empezar las obras de la nueva Facultad de Educación. Se trata de un equipamiento «prioritario», tal como siempre se ha expresado desde la institución. El motivo, la degradación y el estado de la facultad donde actualmente se cursan Ciencias de la Educación y Psicología, en el campus Sescel·lades. De hecho, los estudiantes han reclamado varias veces mejoras en las aulas del edificio de Sant Pere i Sant Pau, construido hace décadas.

Una vez superada la crisis económica que paralizó el proyecto de la nueva facultad el año 2010, URV manda unas obras que darán continuidad al Campus Catalunya y permitirán el traslado de los grados de Educación y Psicología en el centro de la ciudad. La primera fase de las obras tendrá una duración aproximada de seis meses y se centrará en los movimientos de tierras, las excavaciones y la construcción sotarasant de la estructura del edificio del futuro aulario. El presupuesto de estos trabajos es de poco más de 1,2 millones de euros: 886.500,37 euros (IVA incluido) por los movimientos de tierra y 377.588,93 euros (IVA incluido) para la redacción del proyecto y dirección de obra, ambos contratos adjudicados recientemente.

La segunda fase de las obras se centrará en la construcción del aulario. El edificio tendrá planta baja y cinco plantas con un total de unos 5.000 metros cuadrados y dará continuidad al Campus Catalunya. Además, también se prevé la construcción de un Aula Magna subterránea, de unos 786 metros cuadrados. La tercera fase consistirá en equipar este nuevo aulario y es posible que llegue el año 2019. En caso de que así sea, quedaría la cuarta, que prevé la construcción de los departamentos y los espacios de investigación con una ampliación del edificio de 3.500 metros cuadrados. Los recursos de la universidad servirán para financiar esta primera fase y también las dos posteriores. Por la cuarta, el centro espera la ayuda de la Generalitat de Catalunya.

Confianza en la Generalitat

La URV hará un ejercicio de confianza con la Generalitat de Catalunya durante los próximos meses. «Podemos empezar estas obras gracias a la buena financiación que ha llevado a cabo la URV. En caso contrario, hubiera sido imposible», expresaba el delegado del rector de Organización y Recursos de la URV, Xavier Farriol. Las obras de la nueva Facultad de Educación pueden empezar con los recursos propios del centro, pero para la última fase de las obras, que tendrá un presupuesto de unos 4 millones de euros, necesitan el cofinanciamiento. «Esperamos que llegue mientras nosotros llevamos a cabo las tres primeras fases», decía Farriol.

Hay que recordar que, después del Claustro celebrado el mes de noviembre, el rector de la universidad, Josep Antón Ferré, ya criticaba la congelación de las subvenciones por parte de la Generalitat de Catalunya. El mismo Farriol se sumaba a esta crítica, argumentando que «hace ocho años que tenemos una parálisis inversora y no vemos el final». «Tenemos que hacer cosas que no pueden esperar más», añadía.

Este desconocimiento sobre la llegada de la subvención final ha provocado que la URV haya elaborado planes de contingencia para la construcción del edificio. «Tenemos que saber vivir con los cuatro millones, pero en caso de que no lleguen, también tenemos que seguir», decía Farriol. Por este motivo, los 3.500 metros cuadrados de departamentos e investigación todavía no están asegurados.

Con todo, la fecha de finalización de las obras es «incierta». «Si ponemos en marcha todas las fases sin interrupciones, tendríamos obras entre el 2019 y el 2020», decía Farriol sobre un escenario que reconocía «improbable». Generalidad y tempo burocrático marcarán la evolución de las obras.