Martí i Castell: «L'Ecce-Homo es, sintéticamente, muy simbólico»

Joan Martí i Castell, primer rector de la Universidad Rovira Virgili –cargo que ocupó de 1992 en 1998–, catedrático emérito de Filología Catalana de la universidad tarraconense, Creu de Sant Jordi y persona con múltiples reconocimientos profesionales, fue el encargado de presentar el opúsculo de la Germandat de l’Ecce-Homo, celebrada ayer en la iglesia de Sant Agustí, un acto en que estuvo muy presente el 150º aniversario de la fundación de la entidad, el año 1868.

Martí i Castell dio un extenso repaso del contenido el opúsculo de l'Ecce-Homo y fundamentó la segunda parte de la presentación en sentidas referencias personales vinculadas al paso de la hermandad que lleva este nombre: «Me impresiona, porque es, sintéticamente, muy simbólico,» comentó, mientras los presentes se atenían sus palabras con gran interés.

El presentador del opúsculo destinó buena parte de su intervención a subrayar «la impresión que me causa la contemplación del paso, con la columna que hay detrás de los personajes, que humaniza la figura de Cristo». En este contexto, Martí i Castell estableció una vinculación entre «la proximidad –de la imagen de Jesús– y las personas humanas que no somos hijos de Dios como él, sobre todo en la situación actual en que se encuentra el mundo, de frustración de la humanidad, dicho en el sentido con que no se siente protegida, y una violencia que nos tendría que hacer reflexionar». El protagonista de la presentación del opúsculo de la hermandad hizo mención de las tres imágenes que conforman el conjunto escultórico del paso de l'Ecce-Homo. «Pilats tiene la mirada baja, cobarde, Cristo mira hacia el infinito y el portador del estandarte representa la vigilancia que establece el poder». «El paso –añadió–, muestra el contraste entre una figura injustamente condenada y la figura del poder, la de Pilats, que prefiere inhibirse, que se lava las manos». Además, «la columna simboliza la fortaleza de la hermandad, que celebra 150 años, y del Ecce-Homo, del que se tienen referencias desde el siglo XVI». «Es uno de los pasos de la Semana Santa de Tarragona que más me llama la atención», dijo, para recordar que, a lo largo de la historia de la hermandad, «ha habido varias versiones».

La devoción en el Ecce-Homo ya está documentada, en Tarragona, en el siglo XVI. La primera referencia fecha del año 1565 y hace mención de una imagen propiedad de la Confraria de la Preciosa Sang de Jesucrist dels Espardenyers i Esparters. En esta documentación también se hace mención de las imágenes del Sant Crist de la Sang i La Soledat. Esta cofradía organizará, a finales de este siglo, las primeras procesiones de Semana Santa. La hermandad que hoy conocemos fue fundada en 1868 por unos devotos vecinos del Cós del Bou, con el nombre de Pia Hermandad del Ecce-Homo. En sus inicios, la entidad destacó por su preocupación por las personas menos favorecidas socialmente, más que por un componente religioso. Precisamente, Martí i Castell dijo que –con la lectura del opúsculo–, «he descubierto que la hermandad se preocupa, también, para llevar a cabo una labor social desinteresada».

El presentador mencionó, igualmente, los contenidos de los escritos de las diversas personas que colaboran en el opúsculo, como la presidenta de la hermandad, Elvira Ferrando, o las veintisiete páginas que aportan documentos fotográficos de la Semana Santa.