Las barreras del A-7 a su paso por el Francolí, deuda pendiente del mapa acústico de la ciudad

El mapa acústico de Tarragona, que establece los límites de inmisión sonora en las diferentes zonas del municipio en varias franjas del día teniendo en cuenta los usos del suelo que figuran en el Plan de Ordenación Urbana Municipal (POUM), no contempla la construcción de las barreras acústicas del A-7 a su paso por el Parque Francolí. Se trata de una medida que la entidad vecinal del barrio reclama desde hace años y que todavía no se ha solucionado. Hay que recordar que el mapa se aprobó inicialmente el viernes pasado al plenario del Ayuntamiento y que es un documento obligatorio desde el año 2005 que Tarragona todavía no había elaborado, siendo la única capital catalana sin hacerlo.

La llegada del mapa acústico se ha celebrado desde varias entidades de la ciudad, pero los vecinos del Parque Francolí todavía no pueden cantar victoria. Lo’A-7, carretera con un flujo circulatorio elevado durante todo el día, se encuentra en escasos metros de varias viviendas y de la escuela Tarragona, ubicada en el barrio. El sonido de los vehículos que circulan por esta vía es «muy molesto» para los vecinos y para los propios alumnos del centro, según expresaba la portavoz vecinal, Roser Barrio.

Recogida de firmas

La problemática no es nueva y, de hecho, hace meses que desde la entidad vecinal reclaman una solución inmediata. El año 2016, iniciaron una recogida de firmas con la intención de hacerlas llegar a la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Naturaleza del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Recogieron casi medio millar a través de la plataforma de Internet change.org, pero no consiguieron nada.

Dos años más tarde, la asociación se encuentra en un escenario diferente. Ahora, Tarragona cuenta con un mapa acústico que podría servir para solucionar su caso. De momento, sin embargo, tendrán que seguir insistiendo. Porque tal como decía Barrio, «con eso no tenemos suficiente, necesitamos que el mapa incluya la construcción de las barreras y, de esta manera, hacer más fuerza por convencer en el Ministerio de Fomento».

El A-7 es una carretera estatal y, por lo tanto, es competencia de Fomento. Así pues, la construcción de los paneles de aislamiento acústico permanente irá a su cargo. Sin embargo, desde la entidad aseguran que eso no se podrá conseguir sin la ayuda del consistorio, por eso quieren contar con su apoyo.

Ayuntamiento y Ministerio

El Ayuntamiento de Tarragona ya ha iniciado conversaciones con el Ministerio de Fomento con el fin de conseguir que lleguen las barreras al lado del Parque Francolí. «Habrá que trabajarlo con ellos poco a poco», expresaban desde el consistorio. Por otra parte, los vecinos del barrio se reunirán próximamente con el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Tarragona, Josep Maria Milà, para poder tratar la temática en profundidad.

Aparte de reducir el ruido considerablemente, las barreras acústicas también ayudarán a disminuir la contaminación que sueltan los vehículos cuando circulan por la carretera. Hay que recordar que el Parque Francolí es un espacio donde centenares de personas llegan diariamente para practicar deporte.