Urbanismo
El Ayuntamiento cierra definitivamente la puerta al ocio nocturno en la Parte Alta
La aprobación inicial de la modificación puntual del POUM, sin embargo, es más permisiva con la apertura de restaurantes y bares
El Ayuntamiento de Tarragona ha cerrado las puertas de la Parte Alta al ocio nocturno de manera definitiva. Así pues, discotecas, bares musicales o pubs no podrán abrir en el interior de las murallas, una zona que se restringe a los bares, restaurantes y comercios. Eso se debe a la aprobación inicial de la modificación puntual del Plan de Ordenación Urbanística Municipal, hecha pública el 9 de marzo.
Esta, detallaba al concejal de Urbanismo del consistorio, Josep Maria Milà, «incluye de forma clara los usos de cada isla del casco antiguo, de manera que se borran las manchas grises y queda todo mucho más clarificado». Con la aplicación de la nueva normativa, queda eliminada definitivamente la moratoria que afectó a esta zona de la ciudad durante un año y que paralizó el otorgamiento de todo tipo de licencias.
La intención del Ayuntamiento con la aprobación inicial de esta modificación del POUM es «revitalizar» la Parte Alta de la ciudad. Así lo subrayaba Milà, que dejaba claro que la moratoria vivida durante un año «lo tenía todo parado, y eso no podía ser». La modificación permitirá simplificar los trámites para impulsar nuevos proyectos urbanísticos o de restauración en el casco antiguo. Hasta ahora, era necesario un Plan Especial para llevar a cabo las inversiones. Ahora, sólo hará falta que se cumpla la Ley del Patrimonio Catalán. «Necesitamos que lleguen inversiones», recalcaba Milà.
La moratoria del año pasado alejó a los inversores. De hecho, fueron muchos los propietarios de locales que criticaron, reiteradamente, la negativa del Ayuntamiento a la hora de otorgar licencias. Incluso denunciaron una caída de los precios de los establecimientos preparados para acoger un restaurante o un bar. Si hace unos años un local en la calle Major era una oportunidad que muchos empresarios no querían dejar perder, durante el 2017 se convirtió en una auténtica losa.
Sin embargo, con esta modificación del POUM, el Ayuntamiento deja clara una cosa: el ocio nocturno no es bienvenido en el interior de las murallas. A estas alturas, hay una discoteca en la calle Major y otra en el Trinquet Vell. Serán las únicas que habrá en la Parte Alta, al menos hasta que el POUM no se vuelva a modificar. Tampoco se podrán abrir bares musicales ni pubs. Por lo tanto, el ocio nocturno tendrá que buscar otros espacios en la ciudad de Tarragona para poder sobrevivir.
Por otra parte, los locales de restauración que abran en los próximos meses, podrán pedir el permiso para instalar una terraza. Sin embargo, Milà era claro: «No quedan muchos espacios para poner terraza en la Parte Alta». Esta licencia la otorga la concejalía de Ocupació del Domini Públic.
La cabecera del Circo no se toca
Otro de los aspectos claves de esta modificación del POUM tiene como protagonista la cabecera del Circo. Esta, queda absolutamente blindada y, por lo tanto, no se dará ninguna licencia en la Baixada Peixateries. «Era una reivindicación histórica y esta parte del Circo se tendría que liberar», detallaba Milà. El objetivo, poder reconstruir en un futuro los restos en su totalidad.
Con todo, Milà confía en que esta modificación, «más permisiva», podrá reactivar las inversiones en la Parte Alta. Los trámites se acelerarán, pero el concejal de Urbanismo era claro: «La última palabra la tendrá siempre la Comisión de Patrimonio. Los proyectos tienen que ser respetuosos con el entorno», cerraba.