El presidente de la Audiencia de Tarragona pide protección para las sedes judicals de la provincia

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús María Barrientos, ha dicho hoy en Tarragona que sintió «pena» al ver la «protección policial muy visible» al magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena al acto de entrega de los despachos a los nuevos jueces celebrado ayer en Barcelona.

«La situación es injusta e indeseable», ha declarado a Tarragona Jesús María Berrientos, que ha subrayado que la misma no corresponde «a pautas de normalidad».

El presidente del TSJC ha asegurado no obstante que no perciben «riesgos singulares» y que «el nivel de alerta no existe entre los jueces ordinarios de Cataluña».

Tanto el juez que investiga el proceso soberanista en el Tribunal Supremo, Pablo Llarena, como|cómo su familia, así como el titular del juzgado número 13 de Barcelona, que investiga el referéndum del 1 de octubre, están protegidos por un dispositivo especial de seguridad, a la hora que se han reforzado las medidas de protección en las sedes judiciales catalanas, donde han aparecido una decena de pintadas.

Gemma Espinosa, directora de la Escuela Judicial -con sede en Barcelona- y mujer de Llarena, ha admitido hoy en declaraciones en la Cope que «ahora» no va tranquila por la calle, aunque ha confiado en el hecho de que esta situación dure «poco».

Barrientos ha asistido este martes en la Audiencia de Tarragona a la reunión de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Precisamente, en la Audiencia de Tarragona apareció una pintada y, según ha informado el presidente, Javier Hernández, el autor ya está identificado. A partir de este incidente, que Hernández ha lamentado, la Audiencia de Tarragona pidió «medidas de protección en todas las sedes judiciales de la provincia».

Javier Hernández ha agradecido la «predisposición» de los Mossos d'Esquadra y su «compromiso» a elaborar «un plan de contingencia».