Anna Olivé Montalà. De Valls a Stevenage
«En Inglaterra la gente puede optar más fácilmente a un trabajo vocacional»
La vallense hace más de medio año que está viviendo en una pequeña ciudad de Inglaterra, donde trabaja como profesora para mejorar su inglés
Con 23 años, la vallense Anna Olivé Montalà ya hace más de medio año que está viviendo en Stevenage, una pequeña ciudad de Inglaterra. Cursó el Grado de Educación primaria y, después de hacer el Master en Enseñanza y Adquisición del Inglés en la URV, decidió mejorar el idioma e ir a vivir en Inglaterra, donde es profesora en Hollybush Primary School, en Hertford,
—Cómo ha sido su trayectoria profesional hasta ahora?
—Acabé el grado de educación primaria en el 2016 y aquel mismo año empecé un master de la enseñanza del inglés de un año. En junio del 2017 lo acabé y me planteé ir al extranjero para mejorar la lengua. Durante el grado y el master, trabajé a diferentes academias de ángulos de maestra de niños desde 3 años hasta adultos.
—Qué motivos la llevaron a marcharse de casa para ir a vivir al extranjero?
—La necesidad de mejorar mi inglés, ya que quiero ser profesora de inglés, hizo que fuera a vivir en Inglaterra. Además, anteriormente ya había estado en alguna escuela inglesa y quería trabajar un tiempo más en Inglaterra, ya que me había gustado mucho el sistema educativo inglés.
—Cuál fue su primera impresión del país al llegar?
—Ya había viajado a Inglaterra muchas veces. Y es que mi hermano hace 7 años que vive aquí. Por lo tanto, ya tenía una impresión de cómo era la vida aquí y en la estancia actual no he notado ninguna diferencia. Es una cultura muy diferente a la nuestra, por ejemplo, en los horarios de vida. En Inglaterra, el día a día se acaba antes. A las siete de la tarde, más o menos, la gente ya cena y no sale de casa. El tiempo que hace durante el invierno es depresivo. Entrar a trabajar a las 9 de la mañana y que sea oscuro, y salir a las 4 o las 5 de la tarde y que vuelva a ser oscuro es un poco deprimente y te hace cansar mucho más. Aun así, hacia la primavera ya hay más horas de sol y te anima.
—Fue sorprendente el cambio?
—Ya que he estado toda la vida yendo y viniendo, el cambio no fue tan repentino y ya me esperaba lo que me he encontrado. Aun así, acostumbrarme ha sido un poco complicado.
—Cuáles son las principales diferencias entre Inglaterra y Catalunya?
—Más allá de los horarios, la comida también es muy diferente. La gente consume mucho de comer preparado o comer que no necesita mucho tiempo para cocinar. Personalmente, creo que la dieta mediterránea es mucho más sana y buena, pero también pienso que el horario que tienen aquí es el que causa que no cocinen tanto.
—Cuáles son los lugares más característicos de su nueva ciudad de acogida?
—En la ciudad donde vivo, Stevenage, no hay ningún lugar destacable, pero cerca sí que hay. Por ejemplo, destaca la Universidad de Hertforshire, en Hatfield. Además, Stevenage está situado justo en medio entre Cambridge y Londres y queda a unos 20 minutos en tren de los dos. Lo que me gusta más es Cambridge, ya que es una ciudad grande, pero muy tranquila y la universidad es espectacular.
—Qué destacaría de la manera de trabajar del país? ¿Las conductas son similares o diferentes a las del Estado español?
—Creo que la manera de trabajar es muy diferente. Aquí hay muchos más puestos de trabajo y la gente puede optar más fácilmente a un trabajo que se puede hacer vocacionalmente.
—Qué es lo que más echa de menos de casa?
—La vida social. Aquí la gente es mucho más cerrada y a las 19 h. todo el mundo está encerrado en casa o bien en el bar bebiendo. Echo de menos poder quedar con alguien por la noche antes de cenar o hacer el vermú antes de comer.
—Qué costumbre del país actual se llevaría hacia Cataluña?
—El sistema educativo.