La humedad se extiende a varias capillas y parte de la nave central de la Catedral

Los problemas que sufre la Catedral a causa de las humedades que hay en varios sectores del templo, como capillas y la nave central, se han agravado en los últimos tiempos, hasta el punto que el Arzobispado encomendó la redacción de un informe de valoración de los daños que ocasiona el agua de lluvia. Según ha podido saber esta redacción, el estudio lo estarían redactando arquitectos que intervinieron en las tareas de restauración de la suyo que se llevaron a cabo hace unos años, por un periodo de diez años, y que implicó la sustitución del tejado. El resultado se podría dar a conocer en un corto periodo de tiempo.

Entre los sectores afectados, destaca el ámbito de la nave central más próxima a la línea de mar y contraria en el del claustro. También presentan patologías vinculadas a humedades las capillas de Santa Tecla, Corpus Christi y Sant Joan. En algunas, la evidencia de la presencia de humedades es más significativa que en otros, pero también bastante preocupante.

En el siglo XVIII los menajes de la Catedral presentaban un aspecto poco adecuado, ennegrecidos por la suciedad acumulada y por el humo de velas que habían quemado durante siglos. Este hecho motivó que en 1774 se decidió pintarla de arriba abajo, con una capa de color gris que sirvió una nueva apariencia. Durante el proceso de restauración que se llevó a cabo a caballo entre finales de la década del 90 e inicios del siglo actual, se eliminó la capa de pintura, que con el pase del tiempo se ennegreció y sufrió los efectos de la humedad. Desde algunos sectores, se apunta que la retirada de la capa de pintura gris desprotegió los muros ahora afectados por filtraciones de agua, aunque permitió recuperar la decoración pictórica medieval que ocultaba.

Un anuncio hecho en el 2015

La presencia de humedades en la Catedral no se corresponde a un hecho desconocido. El mes de julio del 2015 el Arzobispado presentó un proyecto de restauración de la capilla de Santa Tecla, presupuestado en 810.000 euros, que preveía nutrirse de aportaciones de particulares y empresas. La campaña de recaudación de fondos no prosperó como es proponia y el proyecto quedó paralizado. En su transcurso, un responsable del patrimonio de la Catedral manifestó que «los muros –de la capilla– presentan graves problemas de humedades y la cúpula sufre filtraciones de agua». En aquel momento, se previó poder iniciar las tareas de restauración a inicios del 2016, hecho que no fue posible porque no llegaron todos los fondos presupuestados.

El arzobispo, Jaume Pujol, reforzó el argumento de la necesidad de intervenir en aquel sector de la catedral diciendo, textualmente, «Santa Tecla me despierta por la noche, diciéndome, tensa la Catedral muy arreglada y, en cambio, tienes mi capilla hecha una porquería».

Pasados casi tres años de la rueda de prensa, celebrada en la capilla de Santa Tecla, la situación se ha agravado y la Catedral reclama una intervención en profundidad. Además, en algunos sectores se ha detectado la presencia de carcomas, que afectan imágenes de madera, segundo han comentado a esta redacción fuentes en el ámbito religioso.