«España es un ejemplo del incumplimiento de medidas contra el cambio climático»
La docente e investigadora de la URV ha sido nombrada presidenta de la Comisión de Climatología de la Organización Meteorológica Mundial (OMM)
—Qué es la Comisión de Climatología y cuáles son sus funciones?
—Es una comisión técnica de la Organización Meteorológica Mundial, que es la agencia de las Naciones Unidas por el tiempo, el clima y el agua del planeta. Sus objetivos son mejorar tanto la información como el conocimiento sobre el clima global y regional.
—Una de las grandes cuestiones sobre el clima en el planeta es el cambio climático. ¿Qué ha pasado en los últimos cincuenta años para que estemos hablando como uno de los grandes retos del planeta?
—Pues que a nivel político no estamos haciendo los deberes. Además, cada vez se han acumulado más evidencias de que el cambio climático forzado por las actividades humanas asociadas a la emisión de gases de efecto invernadero derivados del uso y el consumo del combustible fósil está exacerbando el clima. La atmósfera del planeta dispone de más calor y, por lo tanto, lo que conocemos como «calentamiento global» está siendo un motor de cambio en los patrones climáticos de lluvia, presión, etc.
—Si no hay ninguna duda a nivel científico, por qué no se llega a la toma de decisión política para detenerlo?
—Hay bastantes dificultades para implementar medidas que tiendan a la reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero. La retirada de los Estados Unidos, que son el segundo emisor mundial de estos gases después de China, no es una buena noticia para llevar a cabo los acuerdos de París. Y más si tenemos en cuenta que, si hiciéramos el cálculo de emisiones por cápita, Nord-amèrica, Canadá o Europa pasarían en lo alto de la lista, por delante de China. El cierto es que, aunque hace tiempo que se están haciendo muchas acciones, no hay una toma de decisiones políticas claras que favorezcan que los agentes económicos y sociales reduzcan sus emisiones. Y eso, el planeta lo pagará.
—En nuestra casa pasa alguna cosa parecida?
—España es un ejemplo. En los años 80, Navarra se veía a nivel internacional como una gran apuesta en las energías renovables, especialmente la eólica, y como un promotor del conocimiento y la innovación en las energías renovables. Pero los gobiernos que han venido después no han dado apoyo a esta industria emergente, más bien el contrario, el gobierno actual y su aliado, Ciudadanos, graban|gravan las industrias de energías renovables y mantienen el business as usual. En Cataluña, hay, por ejemplo, empresas del sector vitivinícola que ya están invirtiendo en bio fueles y el uso de energías renovables en sus procesos de producción. Como son muy sensibles al cambio climático, han sido de las primeras.
—Qué tendrían que hacer, en la práctica, los gobiernos?
—Los gobiernos pueden hacer muchas cosas, no sólo con la firma de los tratados y el compromiso vinculante en la reducción de gases de efecto invernadero. Y las acciones no pasan necesariamente por medidas punitivas en las empresas que no complexin, sino al revés: ofreciendo descargas fiscales u otros estímulos para que todas rebajen las emisiones de manera progresiva y vayan utilizando energías de fuentes renovables.
—Usted es la primera mujer, y también la primera catalana, en ocupar una presidencia de una comisión de las Naciones Unidas. ¿Tiene la sensación que marca un hito?
—Sí, me propuso España, porque Cataluña no está reconocida en el sistema de las Naciones Unidas, y es importante porque es la primera vez que España pone a alguien a la presidencia de una comisión técnica. Y evidentemente, como mujer y como técnica, me llena de orgullo haber llegado a esta posición tan alta y de tanta visibilidad internacional. Estoy halagada, no lo puedo esconder.