Desentierran una canalización de época romana en Manuel de Falla

La prospección arqueológica que se está llevando a cabo en un solar de la calle Manuel de Falla ha puesto al descubierto varias estructuras de época romana, además de piezas de cerámica que permitirán fechar, de manera muy aproximada, el momento de su construcción. Entre los restos, sobresale una canalización que podría formar parte de la red de alcantarillado o bien del sistema de vaciado de una balsa de decantación, similar a la que hace unos años se encontró a pocos metros de distancia en línea recta, en la avenida Vidal i Barraquer, aunque esta redacción no ha podido confirmar el uso que tuvo cuándo estaba en uso.

El hallazgo se ha hecho a unos cuatro metros de profundidad en relación al nivel actual de la calle Manuel de Falla y a dos del cementado de la fábrica que hubo hasta hace pocos años y que fue derribada. La canalización –en forma de «L» el tramo visible– forma parte de un espacio donde también han aflorado muros de edificios, entre los cuales hay uno de gran potencia. Hasta el momento, los arqueólogos sólo han excavado una tercera parte del solar, donde hasta hace unas fechas hubo un parking disuasivo y donde está prevista la construcción de una promoción de viviendas.

En otro sector del solar, los arqueólogos están desenterrando un muro rectilíneo de varios metros de longitud. Expertos consultados por esta redacción no descartan que corresponda a un margen de campesino, pero también podría tratarse de una estructura vinculada a un camino. Esta redacción se puso en contacto con los promotores del bloque de viviendas, pero hasta el momento no ha recibido respuesta a la petición.

Espacio arqueológico denso

El espacio que es sujeto de excavación pertenece a una zona muy rica con respecto a arqueología de época romana. Está localizado a poco más de un centenar de metros de la Necrópolis y junto a la avenida Vidal i Barraquer, donde antes de abrirse la calle aparecieron restos de gran relevancia, como una lavandería, una industria, bases de mausoleos funerarios e, incluso, una calle con tramos en los cuales se apreciaban el desgaste ocasionado por la circulación de carruajes, además de gran cantidad de material cerámico. En el mismo sector, entre Vidal i Barraquer y Francesc Bastos, está el Camí de la Fonteta –prolongación de la calle Eivissa-, que contiene restos de los siglos II y V, que forman parte de una reserva arqueológica. Sólo en esta zona hay un mausoleo cubierto por dos losas de gran tamaño y un par de entierros, distribuidos en los laterales de la antigua vía romana. La excavación que se hizo en su momento facilitó la localización de lámparas de aceite, varias piezas de mármol que decoraban los mausoleos, inscripciones y un cartucho que contenía diecisiete monedas en muy buen estado de conservación. En esta zona había muchos espacios destinados a la actividad industrial y comercial.