La clínica iDental cierra 'sine die' ante la preocupación de los clientes

La clínica iDental de Tarragona no abrirá hoy sus puertas. El motivo aduït, es «una incidencia técnica». La semana pasada cerró la clínica que esta empresa low cost tiene en Barcelona, dejando sin atender centenares de clientes, por otra parte desconents con el servicio recibido, y tratamientos en medio hacer, después de hacer contratos con financieras por valor de miles de euros. Un grupo de afectados de Barcelona oficializaron la creación de una plataforma de denuncia colectiva, hecho que podría reproducirse en Tarragona, donde la clínica acumula decenas de quejas.

La empresa se puso en contacto ayer con una cliente de Cabra del Camp para anunciarle que cierra «por|para una incidencia técnica». En estas comarcas, el número de afectados es significativo. Clientes consultados por esta redacción manifestaron que son objeto de una mala praxis y explicaron casos que salen del normal.

Òscar Xavier Abellán, tarraconense residente actualmente en Calafell, no dudó a decir que «me han destrozado la boca», mientras que Ángeles Legido, de Cabra del Camp, afirmó que «la última vez que me dijeron que había una incidencia, la clínica estuvo cerrada unos meses». Legido explicó el caso de un conocido a quién le cambiaron la dentadura superior y, al cabo de pocos días, se le cayó y todavía está sin dientes.

La relación de iDental con centenares de clientes de todo el Estado, donde ya ha cerrado varias clínicas, es bastante problemática. Así lo dijo ayer Francisco Javier Camacho, fundador de la plataforma de afectados ADAFI, a quién informó de que, recientemente, «hemos abierto un registro con 800 afectados en España, pero sabemos que son muchos más». Sólo en Tarragona, el número corroborado supera la decena.

Camacho, quien cree complicado presentar denuncias grupales, dijo que las irregularidades son de todo tipo e innumerables. En su caso particular, «me dijeron que me tenían que sacar todas las piezas y hacer una plantilogia y, a partir de aquí, todo fue un desastre porque me perforaron la mandíbula más de la cuenta, afectando huesos, y los implantes no son viables dos años después: me los tengo que sacar todos». Camacho añadió que «me han irradiado dieciséis veces».

El presupuesto que en su momento le dio iDental era de más de 8.000 euros, cuantía «a la que aplicaron un descuento del 78% porque decían que había una subvención que, en realidad, fue un descuento comercial». «Ahora, un perito –exterior– me ha dicho que para arreglarme la boca tendré que gastarme 28.000 euros». El presidente de ADAFI añadió que «iDental utiliza material temporal como si fuera el definitivo y no siempre te atiende al mismo profesional».

Los argumentos apuntados por Camacho coinciden con los otros afectados. El tarraconense Òscar Xavier Abellán residía en Alicante cuando se quedó en paro. Necesitaba arreglarse la boca cuando «decidí ir a informarme a iDental porque decían que te hacían un 80 por ciento de descuento para ser una entidad social. Me plantearon un presupuesto de 12.000 euros que, con el descuento, se quedaba en 2.500. Lo acepté, pero como en aquellos momentos no tenía trabajo pidieron que alguien me avalara y se lo dije a mi madre». Abellán, lleva dos años pagando cien euros al mes y, en este tiempo, «me han hecho una limpieza y me han sacado una muela».

Después de ser visitado por iDental en Tarragona, Abellán pidió pasar su expediente en la clínica de Barcelona. «Tardaron tiempos en hacerlo, me dieron dos citas y, después de esperar mucho tiempo la consulta, me dijeron que no me podían atender. La segunda vez decidí volver a Tarragona, donde tenían que iniciar el tratamiento, pero siempre aplazaban la cita y lo hicieron durante meses».

Su experiencia fue tan negativa que «empecé a investigar, y, después de comprobar que había muchos casos de mala praxis, los pedí la devolución del dinero», dijo Abellán, quién recalcó que «hace un año que presenté los papeles y me dan largas».

Por su parte, Ángeles Legido no obtuvo respuesta cuando ayer iDental la llamó para comunicarle que la clínica cerraba «por una incidencia». La paciente preguntó cuándo volvería a abrir. «La respuesta fue que no me preocupara, pero que no lo sabía ni de qué tipo de incidencia se trataba». Su relación con iDental empezó hace dos años con once extracciones. Su marido también es cliente. En su caso, «hace dos semanas le pusieron una corona y al cabo de dos días todo se le movía». El temor de Legido es que no sabe cómo acabará su intervención. De lo que sí es consciente es que «pagamos mediante una financiera y no podemos recuperar el dinero: de 6.000 euros, me quedan para pagar 2.000».