«El mal que han hecho es impagable, pero por fin se ha demostrado que teníamos razón»

La compañía Gas Natural tendrá que pagar 2,1 millones de euros a los afectados por la explosión de gas que tuvo lugar el 10 de noviembre de 2005 en el número 73 de la Rambla Nova de Tarragona. La deflagración provocó cinco muertos–un hombre de 47 años y una mujer de 37 años y sus tres hijos menores, de 3 y 5 años y 1 mes y medio vida-y un peatón herido grave. «El mal que han hecho es impagable, pero por fin se ha demostrado que teníamos toda la razón», expresaba el abogado Jordi Calsamiglia, encargado de la defensa del marido de la mujer y padre de los tres niños, David Sanz. La sentencia reconoce que es «incierto» el motivo de la explosión, pero que «no puede quedar exonerada de responsabilidad la suministradora y su aseguradora, cuando es quien contaba con los medios y conocimientos adecuados para dar certeza sobre tales causas, y no lo ha hecho».

«Trece años después, se ha hecho justicia». El abogado de uno de los principales afectados por la explosión de gas que tuvo lugar en el número 73 de la Rambla Nova no podía esconder su satisfacción por la sentencia dictada por el Tribunal Supremo. Calsamiglia ha sido defensa de David Sanz, que perdió a su mujer y a sus tres hijos menores la noche del 10 de noviembre de 2005. Sanz recibirá una indemnización de 1,2 millones de euros y el peatón herido, que perdió una pierna, medio millón de euros más.

Uno «vía crucis judicial»

El 30 de septiembre de 2013, el juzgado de primera instancia 2 de Tarragona acogió el juicio civil para aclarar los hechos. Gas natural quedó responso, pero la sentencia se recurrió. La Audiencia, con el mismo criterio que la sentencia de primera instancia, estimó en parte las demandas, pero exculpó a la compañía gasística. Las partes demandantes elevaron los recursos al Tribunal Supremo, que 13 años después de los hechos ha estimado los recursos de infracción procesal y de casación interpuestos por los perjudicados en el siniestro.

«La sentencia demuestra que el informe judicial interpuesto en aquel momento fue un auténtico desastre», manifestaba Calsamiglia. El abogado recalcaba que es «impensable» que una compañía «no dé explicaciones después de un hecho así», y recordaba que «en ningún caso acreditaron el mantenimiento de la instalación».

La explosión se produjo en el tercer piso del bloque, donde residía la quinta víctima, un hombre de 47 años que encontraron horas después de la deflagración. Las otras víctimas vivían en el cuarto piso, donde se encontraba también David Sanz, que resultó herido leve.

No hubo suicidio

La sentencia que culpabiliza Gas Natural ratifica, también, que la hipótesis del suicidio era «errónea», tal como declaraba el mismo Calsamiglia. Algunas partes implicadas señalaron al hombre de 47 años que vivía en el tercer piso como culpable, después de haber encontrado un mechero y un cigarrillo al lado de su cuerpo debajo los escombros. Durante el juicio del año 2013, la familia de la víctima, que se acababa de separar de su mujer, ya desmintió la posibilidad de que se hubiera quitado la vida. De hecho, las dos primeras sentencias ya aclaraban que «no hubo manipulación de la instalación».

Gas natural, «sorprendidos»

Gas natural recibió ayer con sorpresa la sentencia del Tribunal Supremo. Fuentes de la compañía apuntaban que leerán con detenimiento la sentencia, que contrasta con la absolución en el juicio civil celebrado en el juzgado de primera instancia número 2 de Tarragona y la dictada posteriormente por la Audiencia de Tarragona. Entonces, los jueces consideraron que no había quedado acreditado que la fuga de gas fuera debida a un defecto de instalación que la compañía habría podido detectar, y tampoco que la explosión se habría producido si se hubiera hecho la revisión reglamentariamente prevista. Gas natural no puede recurrir a la sentencia condenatoria del Supremo.

Los hechos de la noche del 10 de noviembre de 2005 conmocionaron Tarragona durante muchos días. El funeral por las víctimas, celebrado en la Catedral, reunió miles de personas. Además, durante muchos meses, se depositaron flores y velas ante los restos del inmueble. Por otra parte, después del fin del proceso judicial, ya se podrá construir en el número 73 de la Rambla Nova.