História
La Tarragona antifranquista, en un documental sobre Vidal i Barraquer
Representantes de la Iglesia y de la sociedad civil hablan de la Cataluña del Cardenal de la Paz
El Auditorio de la Diputación ha sido escenario, el jueves por la tarde, de la presentación del documental Hereus d’un cardenal proscrit, dirigido por Llúcia Oliva y realizado por Germen Coll, que recoge testigos e imágenes que resumen la personalidad de quien es conocido como Cardenal de la Paz. Este año se conmemora el 150º aniversario del nacimiento de Francesc de Asís Vidal i Barraquer en Cambrils. El documental preserva la figura del cardenal tarraconense y las opiniones de personas que, de una manera u otra, tuvieron un gran conocimiento. El trabajo de Oliva es, también, un recordatorio del posicionamiento de que curas, excuras y representantes de la sociedad civil defendieron delante de la Tarragona franquista y las actividades que hicieron a favor de la recuperación de la cultura y lengua catalanas.
Llúcia Oliva ha explicado que el documental se forjó a iniciativa de los mosenes Josep Gil y Miquel Barbarà, y del padre Francesc Xammar. «Tarragona tiene particularidades, como fue el hecho de tener un arzobispo -Vidal i Barraquer- que Franco no dejó volver del exilio», ha dicho Oliva.
En la presentación, una de las intervenciones más emotivas ha sido la de mosén Josep Gil, quien con casi 90 años es testigo de este periodo de la historia –el documental se inicia en 1939. «Por encima de todo, este documental hace justicia y recuerda acciones que se hicieron en defensa de los derechos fundamentales de las personas y del catalán», ha dicho Gil, a quién ha apuntado que «hacemos justicia con un periodo de nuestra historia que, sistemáticamente», ha sido «silenciado». Mossèn Gil no ha dudado a decir que «si no servimos al pueblo, no somos nada».
El documental recuerda como en una Aplec de Paretdelgada se le cortó el micrófono al cardenal Llega y Castro, fiel al franquismo, cuando hacía la misa. Fue la última edición que se hizo de un encuentro popular y catalanista, nacida bajo la parroquia de la Selva del Camp.
Vidal i Barraquer se enfrentó al régimen franquista y al sector eclesiástico partidario del dictador Francisco Franco, lo cual le valió el exilio. El Cardenal de la Paz murió en la ciudad suiza de Friburg el año 1943. En su testamento, dejó escrito que «si muero en el exilio, quiero que mis restos mortales sean trasladados a Tarragona y enterradas en la capilla de Sant Fructuós o en la del Santíssim Sagrament de la Catedral». Así fue, una vez muerto Franco, a quien dijo que Vidal i Barraquer «no volvería a casa ni vivo ni muerto».