Ricomà prepara el asalto a la alcaldía con la participación ciudadana por bandera

El actual portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya en Tarragona y alcaldable del grupo a las próximas elecciones municipales, Pau Ricomà, presentó ayer su proyecto de ciudad, que tiene como principal rasgo característico la participación ciudadana. Uno de los objetivos de Ricomà, si se convierte en el nuevo alcalde, es la creación de los Consejos de Distrito, una herramienta que «cambiará la relación entre los ciudadanos y el Ayuntamiento». Los valores republicanos, el urbanismo social, la apuesta por la industria sostenible con el medio ambiente, la cultura «viva y en la calle», la mirada metropolitana y el diálogo «constante» con los tarraconenses también son ejes de su programa, que se enmarca en el lema «Cambiar para prosperar».

Pau Ricomà entró en el Auditorio del Colegio de Abogados y Farmacéuticos entre aplausos y con la compañía del vicepresidente del Gobierno de Cataluña, Pere Aragonès. «Reúne unas características que lo hacen idóneo para ser el alcalde de Tarragona: la honestidad, la perseverancia y el compromiso,» dijo Aragonés sobre Ricomà. El vicepresidente del Gobierno introdujo el alcaldable de ERC con un discurso que recordó a los «presos políticos» y los «exiliados», y con lo que subrayó la «necesidad» de introducir «transformaciones de fondo» desde los ayuntamientos.

Ricomà presentó su proyecto de ciudad con una puesta en escena innovadora, haciendo uso de un cubo de Rubik para introducir los seis ejes del programa. Valores republicanos fue el primer eje a tratar, con el que criticó la «poca transparencia» del equipo de gobierno tarraconense. «El Ayuntamiento tiene que tener las paredes de cristal. Este es el mejor antídoto contra la corrupción», defendió. En segundo término, subrayó la necesidad de «retirar las manos de los políticos de la administración y la gestión» para conseguir «mayor eficiencia» en el funcionamiento del consistorio.

El segundo eje se centró en la participación ciudadana, una apuesta que se extiende también a otras propuestas de Ricomà como la apertura de edificios municipales a los tarraconenses –el Banco de España– o la creación de un concurso público para regenerar la ciudad. Consejos de Distrito es la «herramienta que cambiará la relación entre los ciudadanos y el Ayuntamiento», recalcó el alcaldable. Se trata de un mecanismo para establecer «contacto permanente» entre asociaciones vecinales, culturales, deportivas y el consistorio. «Queremos una Tarragona empoderada», remarcó Ricomà.

El tercer punto se centró en el trabajo y en el futuro industrial. «Si soy alcalde, nada me sacará más el sueño que el trabajo de la gente», aseguró a Ricomà. El actual portavoz de ERC tildó de «irresponsables» los que trabajan por la Tarragona post industrial, y recalcó que «hace falta un acelerador de empresas». Por otra parte, defendió el pequeño comercio y el sector primario, y puso énfasis en la importancia de mantener actividades como la pesca. «Sin pesca, el Serrallo no tiene sentido, y Tarragona tiene el Serrallo en el ADN», expresó.

El urbanismo social y las críticas al proyecto de la Budallera centraron la cuarta cara del cubo de Rubik. «Tenemos que generar convivencia y cohesionar la ciudad, tenemos que transformar el Francolí en un puente», dijo. El objetivo de Ricomà es elaborar un concurso público de proyectos para renovar una ciudad «con 15.000 viviendas vacías y un 5% de los edificios con daños estructurales».

El líder de ERC también tuvo palabras para la cultura, que la quiere «viva y en la calle», y anunció que, en caso de convertirse en alcalde, abriría el Banco de España y lo convertiría en el Centro Cívico y Cultural la Rambla. «Cultura es proyección de ciudad», aseguró. Por último, Ricomà defendió la «mirada metropolitana», que «radica en la necesidad en establecer ayudas entre las ciudades del lado» y al «dejar batallas de campanario».

«Lo daré todo para llevar Tarragona al cuadrante de la prosperidad», cerró.