Recuperado un tramo de las gradas del circo romano, a falta de instalar una valla y cámaras de vigilancia
El Ayuntamiento de Tarragona ha sancionado la empresa encargada de los trabajos a la plaza de los Sedassos por el retraso de 10 meses en la obra
Las obras de recuperación e integración urbanística del tramo de gradas del circo romano de la plaza de los Sedassos de Tarragona ya han acabado. El Ayuntamiento, que ha recepcionado este martes los trabajos, ha sancionado la empresa por los 10 meses de retraso en la finalización de las obras. Con todo, se ha cumplido con los plazos impuestos por el Ministerio de Fomento para recibir la ayuda para la actuación, otorgado en el 2014. Para completar la obra, la concejala de Patrimonio, Begoña Floria, ha explicado que pronto se instalará una valla que evitará el acceso al monumento y también se pondrán cámaras de vigilancia, enfocadas únicamente al recinto. Los trabajos han consistido en la restitución volumétrica de las gradas, en madera, y no han estado exentos de polémica. «Choca un poco porque estamos acostumbrados a ver los restos, pero ahora estamos viendo qué volumen tendría, y todavía estamos a un metro y medio de donde corrían los carros», ha explicado Joan Menchon, arqueólogo municipal.
En total, los trabajos han costado 194.000 euros, el 75% se sostiene con la subvención del 1,5% Cultural del Estado. Ante el retraso de la empresa en las obras, que estaban previstas que se ejecutaran en seis meses, Ayuntamiento de Tarragona optó por hacer un seguimiento. Así, se ha conseguido finalizarlas antes de que se agotara el plazo máximo para recibir la subvención del Estado. El consistorio quería evitar denunciar el contrato porque eso habría supuesto paralizar las obras. Con todo, se los ha sancionado, con lo que estipula la ley, con 22 euros diarios por día retardado.
El modelo de gestión incluye la visita programada de grupos, y se espera que en un futuro se pueda integrar en el circuito visitable del conjunto del circo. En esta línea, la concejala ha asegurado que, lo que le viene en la cabeza, de manera más ilustrativa, es utilizar la estructura por actividades de recreación, como las programadas por Tàrraco Viva. «El público puede estar bajo y ver la recreación exacta de cómo funcionaba el circo en época romana», ha explicado Floria, que ha admitido que había cierta esperanza que se pudiera estrenar en la edición anterior.
El proyecto ejecutado ha sido una intervención urbanística mediante la mejora y la integración en el conjunto monumental recuperándolo como nexo de unión entre la parte superior de la graderia-visorium (calle Ferrers) y la inferior (imma cavea-podio-plaza Sedassos). La restitución volumétrica de parte de las gradas cumple el objetivo de hacer el monumento más comprensible y ha convertido un espacio degradado en un lugar renovado.
Según Menchón, no se puede considerar que se haya trabajado «en el circo», sino en un «espacio histórico donde hace 2.000 años hubo un circo», y que después se ha ido transformando a través del tiempo en un espacio habitado, o en una plaza, en el caso de la plaza de la Font. «Se actúa en trocitos del circo», ha relatado.
Para tratar de integrarlo en la ciudad, y teniendo en cuenta que, según la ley 9/93 de Patrimonio, el material utilizado en la reconstrucción no puede imitar los restos y se tiene que diferenciar muy bien el antiguo de nuevo, se ha optado por restituir la volumetría con gradas, fijadas encima de una estructura metálica. En concreto, se ha recuperado este tramo del circo en dos vueltas|bóvedas, una de las cuales es visible cuando se accede al monumento, a través de una puerta de entre las gradas.
Para evitar que se pueda acceder de manera libre, como temían los vecinos, el Ayuntamiento instalará una valla para evitar que se pueda saltar. Además, también se pondrán cámaras de vigilancia que tendrían que servir para disuadir posibles ataques vandálicos sobre las gradas.