«Reivindicamos que no nos puedan rechazar por la condición sexual»

Tres representantes de Panteres Grogues, el único club deportivo LGTBI de Cataluña, protagonizaron ayer la lectura del manifiesto en el acto de conmemoración del Día Internacional del Orgullo LGTBI. «Reivindicamos que todas las personas podamos tener los mismos derechos a la hora de practicar el deporte. Que ni patrocinadores, ni árbitros, ni entrenadores, ni clubs, nos puedan rechazar por nuestra condición sexual», explicaba ayer Toni Travieso, del equipo de Voley. Y es que según dencian los deportistas, la LGTBfóbia continúa muy presente en el ámbito deportivo: «Sabemos de deportistas que, en su vida personal, están completamente fuera del armario, pero que los patrocinadores que los financian, no permiten que lo anuncien públicamente», aseguraba Travieso. Para Georgina Rufo, que practica remo, es un problema originado «por los roles heteropatriarcales», definía. «El hombre tiene que ser fuerte y por lo tanto tiene que jugar a rugby, al boxeo o a fútbol, que es un deporte de contacto, donde se dan patadas. Claro, si una chica juega, es que no es suficientemente heterosexual. Lo mismo pasa si eres un chico que practicas un deporte muy artístico, donde vas en mallas y bailas, ya no eres bastante hombre, porque no cumples con los patrones...», se lamentaba la integrante de este club barcelonés donde se busca «básicamente, de que todo el mundo se sienta a gusto».

«¡Si resulta que sois normales!»

Estos tres jóvenes han vivido, en su propia piel, la discriminación (más o menos explicita). «El deporte del remo es a priori heterosexual, y les choca que haya un grupo de homosexuales que remen, y que lo hagan igual de bien o igual de mal que ellos. De hecho se sorprenden y otros deportistas nos han llegado a decir, de forma muy directa: ‘¡Si resulta que sois normales como un equipo más!'. «¡Pues claro está!», reivindicaba Jon Domínguez.