Enología
Una estudiante de la URV diseña una aplicación móvil para puntuar los vinos en las catas
Maria Cerdà ha desarrollado un sistema que permite organizar catas de diferente complejidad y número de usuarios
El estudiante de Enología en la URV, Maria Cerdà, ha desarrollado para su trabajo de final de grado una aplicación móvil que pretende facilitar la organización de catas y el tratamiento de los datos. El mismo organizador de la cata puede crear las fichas con los parámetros deseados y con la posibilidad de extraer los datos y tratarlas con posterioridad o ver directamente los resultados en el móvil. De hecho, esta es una evolución de un trabajo que presentó años atrás Ramon Cerdà, el padre del ahora graduada.
El proyecto de final de grado de Maria Cerdà se basa en darle sentido a la aplicación y que se pueda utilizar. La aplicación se ha pensado para todo tipo de usuarios y es útil no únicamente para las catas de vino, sino para diferentes productos. La persona encargada de diseñar la cata puede decidir el número de muestras, el número de catadores y los parámetros que tendrán que valorar. También puede programar el momento que activan la cata y el usuario final puede acceder a través de un enlace o de un código QR, por ejemplo.
Una vez se inicia la cata el usuario valora los parámetros de cada muestra y lo valida, mientras que el organizador de la muestra puede ver las valoraciones de las personas que han participado en la cata. De esta manera la aplicación puede generar tres niveles de usuarios: los que crean la cata (que serían los master) que son los que diseñan la ficha y las valoraciones; los usuarios que lo hacen y que reciben sus resultados por correo electrónico, y los que acceden a trazara de un enlace y únicamente pueden votar, que sería lo que acostumbra a pasar en una feria, por ejemplo, o en catas que pueden organizar las mismas bodegas durante las visitas, a través de códigos QR que se colocan en las mismas tinas.
Algunos de los usos que se puede hacer por ejemplo: en ferias de vino y en visitas a bodegas y no sólo para catas, sino para conocer la opinión de los usuarios, ya que la aplicación permite adaptar las preguntas y utilizarlas también como herramienta para valorar a las visitas enoturísticas en las bodegas.
Reducir costes y facilitar la explotación de los datos
Las catas profesionales se pueden hacer a través de un software, denominado Fizz, que genera un plan de cata y unas fichas. Se trata pero de un programa que hay que pagar, tanto la compra como el mantenimiento así como cada vez que se instala en un ordenador y que no está al alcance de las bodegas pequeños.
A nivel de docencia se utiliza una aplicación gratuita de un instituto noruego de análisis sensorial denominado PanelCheck, donde, una vez vertidos los datos, facilita el suyo análisis. El problema es que, hoy por hoy, los resultados de las catas se obtienen en papel y se tienen que introducir una en una en un Excel para obtener los resultados. Eso pasa todavía hoy en día en grandes empresas, que siguen haciendo las catas de esta manera, una carga que evitaría esta nueva aplicación.
Con la aplicación que ha desarrollado el estudiante se llega, de manera automática, hasta el final de proceso de recogida de los datos, mientras que la explotación se hace por el software gratuito que ya se utilizaba hasta ahora. Así y con los datos recogidos por los usuarios que participan a las catas o que visitan una bodega se puede obtener información que permite saber, a los productores u organizadores de un acontecimiento, las preferencias de sus visitantes o catadores, datos que se pueden utilizar como estrategia de marketing al mismo tiempo orientar la promoción para diferentes grupos de interés.
Hoy por hoy la aplicación, que lleva por nombre Cata Control está diseñada y preparada por su uso aunque todavía no se ha colgado a la Play Store y están analizando la posibilidad de patentarla. Aun así ya ha despertado el interés de alguno bodegas. A corto plazo ya se utilizará nivel de docencia, como medida innovadora en las catas.