«Puedo escoger el porcentaje de trabajo que quiero hacer para compaginar trabajo y familia»

La necesidad de conciliar su vida profesional con la familiar llevó a Sandra Ortiz y su marido hasta Suecia. La pareja tenía, entonces, cuatro hijos y ha ampliado la familia con una quinta hija en el país nórdico. La reusense, que trabaja como enfermera, viajó con billete de ida. Su vida está ahora en Mariestad y, de momento, no tiene previsto volver.

—¿Cómo ha sido su trayectoria profesional hasta ahora?

—Empecé trabajando de enfermera en dos servicios, pero, finalmente, me decanté por las urgencias. Estuve trabajando en el mismo servicio durante diez años, pero, al ser madre de cuatro hijos y no tener conciliación familiar por parte de la empresa, decidimos –mi marido (médico del mismo servicio de urgencias) y yo– buscar un sitio donde poder compaginar trabajo y familia al mismo tiempo. Este fue el primer motivo que nos obligó a buscar una salida. Dentro de todas las posibilidades que estudiábamos, la que más nos convenció fue la de Suecia por|para la conciliación familiar y la proximidad.

—¿Cuál fue la primera impresión que tuvo del país cuándo llegó?

— El cambio fue muy grande y difícil los primeros años. El idioma, las costumbres, el clima... Todo era diferente. Hasta a nuestros hijos más mayores, les fue difícil los primeros seis meses por el idioma.

—¿Cuáles son los lugares más característicos de su nueva ciudad de acogida?

— La nueva ciudad donde vivimos está al lado del lago Vänern (es el lago de Suecia, de Escandinavia y el tercero mayor de Europa). Es un lugar muy tranquilo, se puede ir en bicicleta a todas partes. Tiene mucha naturaleza alrededor. Todas las ciudades y pueblos en Suecia tienen encanto.

—¿Cree que el país donde vive actualmente es un buen lugar para que los más jóvenes puedan buscar y encontrar trabajo?

—Con respecto al trabajo, es un buen sitio para venir a trabajar, si la profesión de que tenso es la que buscan, porque entonces te dan muchas facilidades, aunque el primero que se necesita para poder venir aquí es el idioma. Tanto la profesión de médico, como la de enfermera, son dos de las profesiones más buscadas en Suecia. Cuando nosotros llegamos, nos ayudaban con el idioma mientras nos introducían en el trabajo, pero ahora se necesita el idioma para poder legitimarse profesionalmente.

—Explique alguna experiencia curiosa que haya vivido en Alemania.

—Lo más curioso que nos ha pasado aquí es que se nos escape el perro sin enterarnos y, a las dos de la madrugada, la policía nos pica a la puerta de casa diciendo que tienen a nuestro perro en la comisaría porque se lo encontraron vagando por la calle. Nos habían llamado varias veces ael teléfono (que está escrito en la placa del perro) pero, como no respondíamos, vinieron a nuestra casa. Cuando fue mi marido a buscar el perro, le tenían puesto un bol con agua.

— ¿Qué es lo que más echa de menos de su país de origen?

— El que echo más de menos son mis amigos y familia próxima. Lo que peor llevo aquí es la oscuridad durante el invierno.

— ¿Tiene intención de volver?

— De momento, no tenemos intención de volver, porque la conciliación familiar aquí realmente existe. Ahora tenemos cinco hijos. Cuando uno de nuestros hijos se pone enfermo, tienes derecho a faltar al trabajo. Sólo dices que te tienes que marchar porque tu hijo está enfermo. Además, puedo escoger el porcentaje de trabajo que quiero hacer para poder compaginar trabajo y familia.