Patrimonio
La obra de Gaudí no se abre al turismo por la respuesta negativa de la ciudad
El verano del año pasado se puso en marcha una experiencia para mostrar la ópera delgada del arquitecto, con unos resultados «decepcionants»
El Santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, conocido popularmente como capilla del colegio de Jesús y Maria, no ha abierto este verano sus puertas –cómo lo hizo los meses de julio y agosto del 2017 de manera experimental– para mostrar a los turistas la única obra del arquitecto Antoni Gaudí a las comarcas de Tarragona y la que es considerada su ópera primera. La iniciativa, denominada «El KM 0 de Gaudí», no se repite este año. La experiencia no fue positiva, con respecto al número de visitantes, a pesar del interés que pusieron la empresa Expertus, que gestiona las visitas a la Catedral, el cura responsable de Patrimonio Artístico y Documental del Arzobispado, Antonio Martínez Subies, y el Patronato Municipal de Turismo, que editó una publicación específica en tres idiomas. El esfuerzo realizado no se vio acompañado de una respuesta masiva por parte de los amantes del modernismo y de la obra de Gaudí.
Martínez Subies manifestó en esta redacción que la apertura a las visitas del único legado patrimonial de Gaudí en Tarragona «no consiguió una buena respuesta porque la ciudad no respondió». La iniciativa del año pasado no se volverá a repetir, dijo Martínez Subies, quién considera que ha sido «una oportunidad perdida». El responsable del Santuario sólo se plantea abrir las puertas de la capilla «si hay algún grupo que nos lo pide».
Los precios de las entradas era, en la experiencia del año pasado, de 5 euros, para los turistas, y de 3 para los tarraconenses. El destino de parte de la recaudación tenía que estar para actuar en elementos del Santuario deteriorados, entre otros motivos a causa de un problema de humedades. Aunque no se han facilitado los datos exactos del número de personas que fueron a conocer la ópera delgada de Gaudí, la mayoría fueron turistas, que recibieron información en la Catedral. «Ha habido poca sensibilidad por parte de la gente de Tarragona para valorar esta obra de Gaudí», dijo Martínez Subies, quién no dudó a afirmar que «la sensibilidad ha sido cero y, por este motivo, estamos desencantados».
El cura ha puesto de relieve «el interés que pusieron a Francisco Castillo, responsable de la empresa Expertus, y la presidenta del Patronato Municipal de Turismo, Immaculada Rodríguez, pero ha fallado la respuesta de los tarraconenses», a pesar de que muchos medios de comunicación, tanto locales como de fuera de las comarcas de Tarragona, se hicieron eco de la apertura del Santuario a las visitas para poder contemplar «la primera obra que hizo Gaudí».
Hacía años que, desde varios sectores, se reclamaba la apertura de la obra de Gaudí al público, añadiendo el altar y otros elementos modernistas a las rutas que se organizan en Tarragona.
Pocos días después de la apertura|abertura de puertas del Santuario para mostrar la obra de Gaudí, una de las personas encargadas de vender las entradas dijo que la primera persona que había entrado era una reusense, madre de alumno de Pau Declós, que aprovechó la circunstancia, mientras que «los tarraconenses intentan mirarlo desde el exterior –calle Méndez Núñez-, lo cual es imposible. Ahora, quien quiera ver la ópera delgada de Gaudí tendrá que aprovechar las horas en que la iglesia se abre al culto religioso.