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Los padres Carmelitas recuperan la procesión del Carme en la Rambla

Cerca de 400 personas formaron parte del séquito que llegó a Roger de Llúria, donde se procedió a bendecir agua

La processó va discórrer per la coca central de la Rambla Nova, fins a arribar al monument dedicat a Roger de Llúria.

Los padres Carmelitas recuperan la procesión del Carme en la RamblaGerard Martí

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La calle del Asalt y la Rambla Nova vivieron ayer tarde una imagen que se pudo contemplar por última vez hace tres décadas: la procesión de la Virgen del Carme, organizada por los Carmelitas Descalzos. La comitiva religiosa partió desde la iglesia del Carme, encabezada por el costalero de una cruz. Entre los participantes se encontraba el prior del convento de los Carmelitas, Lean Jude Poulose, junto con otros frailes que invitaron a la Hermandad de Nuestro Padre a Jesús de la Pasión por acompañar la imagen con cofrades. El séquito contó también con la colaboración de la Banda Triunfal.

Cerca de 400 personas participaron en la procesión, llevando pequeñas velas y formando dos hileras que ocupó la cuenca central de la Rambla Nueva. La comitiva religiosa sorprendió turistas y tarraconenses que en aquellos momentos –entre las 20 y las 21.30 horas– se encontraban en el principal paseo de la ciudad.

El presidente de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Pasión, Francesc Ferrer, mostró su satisfacción para «poder contribuir» a la recuperación de la procesión de la patrona de las personas vinculadas al mar. Después de recorrer un tramo de la Rambla Nova, la comitiva se dirigió hacia el monumento de Roger de Llúria. La imagen de la virgen, precisamente mirando al mar, presidió la bendición de las aguas y una plegaria.

Uno de los carmelitas de Tarragona ayuda en la parroquia de Sant Joan y otro a la de Santa Clara, que depende de esta, donde tiene la sede la Hermandad. Su presidente dijo que ha estado por este motivo que «hemos colaborado en la organización de la procesión». Un total de doce personas, cuatro en cada cambio, fueron los costaleros de la imagen soportada en una pequeña peana. Hay que recordar que los Carmelitas llegaron a Tarragona en 1597 y en 1889 abrieron el primer convento catalán después de la restauración.

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