«Nos han tirado más de 500 euros en pienso para los gatos en seis meses»
Una entidad animalista de Sant Pere i Sant Pau asegura que unos vecinos boicotean una colonia
«Pedimos que dejen de tirar la comida que ponemos en la colonia de los gatos. Sabemos que están al acecho, lo controlan y una vez les hemos puesto el recipiente, bajan para tirarlo», denuncia la presidenta de la entidad animalista RodogatsPerePau, Gloria Herrera. Según su versión, hasta cuatro vecinos del barrio de Sant Pere i Sant Pau estarían haciendo desaparecer, diariamente, el pienso y el agua que ponen en la colonia de felinos, situada en la zona verde entre los bloques Uruguay y Paraguay. «Ha habido algún día que hemos llegado a reponer la comida hasta cinco veces», puntualiza la alimentadora. Algunos de los detractores de la quincena felinos que frecuentan el espacio apuntan que, estos, defecan en sus portales y les rayan los vehículos cuando suben sobre el capó. Herrera lo niega y asegura que «los gatos siempre hacen sus necesidades en zonas con tierra, para enterrarlo y no es posible que rayen los coches para subir».
Con este tira y afloja continuo, la entidad calcula que han ido a la basura, literalmente, medio millar de euros. «Nos constituimos como asociación en diciembre y, desde entonces, calculamos que nos han tirado más de 500 euros en pienso para los animales», afirma Herrera, exponiendo que gestionan otras 20 colonias de gatos en el barrio y en torno al Rodolat del Moro y «en ninguna otra tenemos estos problemas diarios».
La Ordenanza lo protege
La entidad ha colgado carteles en el entorno, recordando el artículo 170 de la Ordenanza general de convivencia y uso de los espacios públicos del Ayuntamiento de Tarragona, donde se apunta de forma tajante, que «queda prohibido afectar de cualquier manera la libertad e integridad de los animales no dañinos que permanecen en los espacios públicos de la ciudad. En especial, no esta permitido (entre otros) privarlos de alimentos». De hecho, la presidenta de la entidad recuerda que los trabajadores municipales de parques y jardines y de limpieza, tienen orden de no retirar estos tipos de recipientes. Herrera considera fundamental mantener la colonia, ya que más allá del hecho de que los felinos reciban alimento, es una forma de llevar un control de las posibles enfermedades que puedan sufrir. «Es un punto donde podemos darles medicación si la necesitan, ver si vienen heridos o si están embarazadas y además, nos facilita la tarea de capturarlos si los tenemos que llevar al veterinario», resume.
En el epicentro de la polémica, hay opiniones para todos los gustos, desde los vecinos que también expresan las molestias que les causan los gatos, hasta los que se han comprometido con la entidad animalista a grabar a las personas que retiran los recipientes, en el momento que los vean haciéndolo.