Infraestructuras
La roquera del Francolí es objeto de actos vandálicos y de destrucción
El puentecito de madera que permite superar el río está lleno de pintadas y parte de la estructura está rota
La Roquera de Santa Tecla, financiada por el Consejo Comarcal del Tarragonès y que fue inaugurada oficialmente el 4 de julio, ya presenta un estado poco gratificado a causa de las acciones incívicas de las cuales ha estado objeto. Tres pasamanos de la parte superior del pontet de madera han sido rotos y tanto la rampa de acceso como partes del interior ya están llenas de pintadas hechas por desaprensivos. El puente se instaló el pasado marzo y fue a inicios de julio, hace menos de veinte días, cuando se procedió a su inauguración. El 4 de julio, cuando representantes del Consejo Comarcal y del Ayuntamiento de Tarragona hicieron acto de presencia, ya pudieron comprobar que uno de los pasamanos había sido arrancado y tirado en el cauce, y habían aparecido las primeras pintadas. De hecho, el presidente del Consejo Comarcal, Daniel Cid, se acercó hasta el cauce, todavía con agua, para retirar la pieza de madera.
Ayer, domingo, esta redacción comprobó que tres de los nueve pasamanos habían sido arrancados y tirados en el cauce, y alguno estaba partido en dos. El coste de la roquera ha sido de 8.000 euros y, a pesar de ser una estructura sencilla, permite atravesar el río y da servicio a un entorno ecológico de Tarragona importante y muy utilizado por los ciudadanos.
El día de la inauguración, Cid recordó que el Consejo Comarcal «tiene pocos recursos, pero hemos podido hacer esta roquera que demandaba la ciudad de Tarragona» y la definió como «una pequeña, pero gran infraestructura». Esta era una antigua reivindicación de los barrios de Poniente, como dijo la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Tarragona, Cristina Berrio. Por su parte, el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, afirmó que el Francolí «ya es menos frontera entre dos partes de la ciudad, gracias a esta infraestructura.»