Economía
Los tenderos de los alrededores del Mercado esperan reponerse de años de sufrimiento
El mercadet vuelve a la plaza Corsini y calles adyacentes, después de más de una década en la Rambla Nova
Once años y tres meses han pasado desde que el mercadet de la plaza Corsini y calles de los alrededores se trasladó a la Rambla Nova, como consecuencia de las interminables obras de reforma del Mercat Central y la posterior urbanización de su zona de incidencia. En este tiempo –más de una década–, muchas tiendas tuvieron que cerrar a causa de la reducción de clientes como respuesta directa a la intervención arqueológica y las obras que se llevaron a cabo, mientras que otros resistieron como pudieron. Los que no bajaron la persiana de manera definitiva esperan reponerse con el retorno del mercadet a su ubicación tradicional, hecho que sucede a partir de hoy, el martes.
La empresa de Mercats Espimsa destinó la jornada de el lunes a tomar medidas y señalizar el espacio donde se ubicarán las 71 paradas (67 los jueves) que, hoy, se instalarán en la plaza Corsini y en las calles Colón, Lleida, Reding y Governador González. La incógnita que se suscitará esta mañana es si la planificación que ha hecho Espimsa es la acertada, tanto por la ubicación de los puntos de venta como por la circulación de furgonetas que se generará a primera hora, ya que todos los vehículos accederán por la calle Colom.
La empresa municipal informó el lunes de que, dentro de seis meses, hacia el mes de enero del 2019, hará un estudio para analizar el impacto que habrá tenido el retorno del mercadet a Corsini. Los cambios urbanísticos que afectan a la zona pueden jugar un papel determinante en el buen funcionamiento del mercadet y su regulación.
Jordi Gombau, presidente de la Asociación de Comerciantes de la Calle Canyelles, manifestó a esta redacción que, «a nosotros, no nos afecta que el mercadet esté a un lado o en el otro de nuestra calle, pero ya que han hecho una plaza lisa, sin nada, mejor que el mercadet venga a Corsini y, de esta manera, volver a la normalidad». El cambio de ubicación «generará más ambiente en Canyelles, ya que pasará a más gente», dijo Gombau, quién remarcó que «el mercadet es un punto de atracción para personas que viven en pueblos de los alrededores y que lo aprovechan para venir a Tarragona». «Lo que queremos los comerciantes de la zona –subrayó a Gombau- es que esta calle sea un sitio de paso de gente», hecho que contribuye de manera exponencial al número de posibles ventas.
Por su parte, el presidente de la Unión de Empresarios de los Alrededores del Mercat, Josep Maria Juan, dijo que, «después de más de once años, queremos que el mercadet venga ya», y recordó que el traslado se produce «con más de un año de retraso». Juan comentó que el movimiento de personas que generará el mercadet «nos beneficiará en todos». El presidente de la entidad lamentó que, en el largo periodo de obras, no se tuvo en cuenta su sector, el de las tiendas que están en los bajos de edificios, mientras que otros establecimientos recibieron apoyo del Ayuntamiento. «A los paradistas del Mercat se les hizo un entoldado que costó más de tres millones de euros, que pagamos todos, y el traslado del mercadet a la Rambla Nova supuso un cambio de pavimento y, ahora, hizo uno nuevo, que también pagaremos todos, y me pregunto que nos han dado a nosotros». A pesar de esta crítica por el tratamiento diferencial recibido por los diferentes sectores de tenderos que interactúan en Corsini y calles del entorno, Juan celebró que, hoy, se cierre una larga etapa y empiece una nueva.
Sin terrazas de bar
El retorno del mercadet tendrá efectos colaterales. Las terrazas de bares, cada vez más numerosas, no se podrán instalar en la calle los días de mercadet desde dos cuartos de siete de la mañana y dos cuartos de tres de la tarde, y siempre que las paradas|puestos estén abiertas al público. Los bares de pequeño aforo tendrán que buscar una solución para almacenar sillas y mesas y disponer del espacio suficiente para atender a los clientes al interior del establecimiento. Los propietarios de los bares ya fueron advertidos en su día que la llegada del mercadet a Corsini implicaría la imposibilidad de instalar las terrazas.
La semana pasada, la presidenta de Espimsa, Elvira Ferrando, manifestó que el traslado del mercadet de la Rambla Nova en Corsini cuenta con el apoyo mayoritario de los profesionales implicados. Ferrando se refirió a «un anchísimo consenso» para decir a término el cambio de ubicación este mes de julio, aunque algunos paradistas posicionaron a favor que el traslado se hiciera una vez superados los meses de verano.
Ferrando considera que «el traslado del mercadet en el sitio original será positivo para los marchantes, que ya tendrán sus espacios definitivos y, además, ahora se dispone de un plan de autoprotección», un hecho a destacar teniendo en cuenta el elevado número de personas que se concentran en torno a los puntos de venta, según comentó la presidenta de Espimsa.