Economia
El retorno del mercadet a Corsini es bien recibido por los clientes de toda la vida
Los marchantes observan algunas deficiencias, como furgonetas que no pueden desplegar toldos mecánicos por chocar con farolas
Corsini ha vuelto a recibir el mercadillo de los jueves once años y tres meses después de su traslado a la Rambla, como consecuencia de las obras que se hicieron en el Mercat Central y su alrededor. La distribución que Espimsa ha hecho de los puntos de venta ha aportado, de entrada, la sensación de que el espacio de pasillos ha quedado más ancho de lo que se podía pensar, gracias al hecho de que ahora no pueden aparcar las furgonetas, de manera especial si se les compara con los que había antes de ocupar la coca central de la Rambla.
Esta redacción ha preguntado la opinión de compradoras «de toda la vida» y han coincidido en decir que prefieren «el mercadilloen Corsini». La única preocupación de algunas clientes era «encontrar la parada donde compro siempre, pero la encontraré pronto».
Aunque la jornada se ha vivido con absoluta tranquilidad, el presidente de la Asociación Marchantes de Tarragona, Enric Daza, ha apuntado algunas incidencias y ha pedido que se adopten medidas correctoras. Dos marchantes han tenido dificultades para abrir los toldos mecánicos por la presencia de farolas. «Una ha tenido que cambiar de posición», ha dicho Daza, quien considera cambiar de ubicación dos torres de publicidad que hay en el acceso al Mercat Central desde Colón, «que dificultan el paso de la gente». Daza también ha comentado que las paradas|puestos de las calles Reding y Governador González «tendrían que cambiar su posición y abrir un pasillo central, ya que hay diez que miran hacia la pared».
Por su parte, el presidente de la Asociación de Marchantes de la Provincia de Tarragona, Josep Gómez, ha dicho que «se tienen que modificar algunos aspectos», y ha lamentado que Espinsa «no nos haya dejado acabar la temporada en la Rambla». Aunque algunos paradistas han tenido alguna dificultad, como la reseñada con respecto a la complejidad para instalar el toldo mecánico por la proximidad de una farola, Gómez ha apuntado que «el resto está bastante bien». En las primeras horas del retorno a Corsini «se ve movimiento, pero las ventas son pocas», ha dicho.
Los clientes se han mostrado bastante satisfechos. Tino, de Tarragona, acababa de hacer una compra cuando ha dicho a esta redacción que «ibamos a la Rambla y nos han dicho que ya habían cambiado, y hemos «venido». «Encuentro que Corsini es un sitio mucho mejor, porque todo está más concentrado».
Rosa y su nieta Aora no compartían opinión. Mientras la abuela estaba contenta, porque «aquí es su sitio y la Rambla es para que pasee a la gente», la niña ha dicho que «era mejor en la Rambla, ya que podía ir con patines». La abuela sólo ha pedido «que pongan árboles que den sombra». Mientras tanto, Maria Antònia y Teresina han coincidido en decir que «me recuerda el mercadillo de antes, aunque, en la Rambla, también estaba bien». «Toda la vida que vamos a comprar al mercadillo, en lo que decimos la tienda del centro o del sol: el mercadillo es nuestra tienda», han comentado.