Retiran diez placas de simbología franquista en Tarragona
Entidades de la ciudad, conjuntamente con la CUP, denuncian que no se hayan descolgado 184 placas con el yugo y las flechas
El CDR de Tarragona, Fòrum per la Memòria, Plataforma Antifeixista y la CUP han impulsado este jueves por la tarde una acción de retirada de placas con simbología franquista de las calles de la ciudad. Concretamente, se han descolgado diez placas del yugo y las flechas en fachadas de edificios, inicialmente viviendas de protección oficial. Pep Prats, de Fòrum per la Memoria, ha explicado que la iniciativa tiene que servir para denunciar que «quién tenía que hacer el trabajo, no lo ha hecho» y, por otra parte, que «si la administración no la hace, la haremos nosotros». En este sentido, ha recordado que hace 40 años del final del franquismo, que se ha aprobado una Ley de memoria Histórica que tendría que haber anulado todos los símbolos franquistas de la calle y que se aprobó una moción en el Ayuntamiento, con los votos de todos los grupos municipales, para que se retiraran las placas. «Hemos dejado tiempo de margen, pero en abril tenían que estar sacadas», han argumentado. En total, calculan que hay 184 placas en las calles de Tarragona. Si después del verano no las ha retirado el consistorio, las entidades se comprometen a extraerlas ellos.
Equipados con una larga escalera y una caja de herramientas llena de destornilladores, decenas de personas se han encontrado en la Rambla Nova, en la estatua de los castellers, para iniciar un recorrido por Tarragona y descolgar las placas ya localizadas. Inicialmente, tenían que retirar nueve, pero a mitad camino se han encontrado otra que no les constaba, y que una vecina les ha hecho notar. Apuntan que, en el centro, la mitad ya no es, bien porque el edificio se ha hecho de nuevo o porque los propietarios se han encargado de descolgarla.
«Hace 40 años del fin del franquismo, 11 años de la Ley de memoria Histórica y ha resultado incompleta e incumplida», ha denunciado Prats, que ha explicado que «no se puede esperar más, por dignidad».
A medida que iban descolgando las placas, se las identificaba con un número por recordar en qué edificio estaban colgadas. Con esta clasificación serán guardadas para presentarlas cuando haya configurado un centro memorial democrático que permita explicar dónde estaban exactamente y qué significado tenían.
El recorrido se ha acompañado de presencia policial, para evitar cualquier disturbio.