El parque donde roban incluso el techo del lavabo y el suelo de caucho del área infantil

El parque de la Coma, situado en el vial que comunica el barrio de Bonavista y la rotonda de las Gabarras, sigue siendo víctima de actos vandálicos y del incivismo. En dos de las tres áreas con juegos infantiles, alguien se ha dedicado a llevarse el suelo de caucho (especialmente pensado para minimizar las caídas de los niños). En uno de estos emplazamientos incluso ha desaparecido una de las pequeñas atracciones de las cuales disponían las familias para entretener en los menores. «Hace un año empezamos a ver que faltaba una pequeña parte de este suelo, pero poco a poco se han ido llevando más piezas y ya no queda casi nada», apunta a una usuaria del parque, quien frecuenta el recinto para hacer barbacoas con la familia.

Si bien, el problema más serio de este equipamiento que costó más de 2.100.000 euros (financiado mediante el Fondo Estatal para el Empleo) es que el único WC público del cual dispone el parque no funciona desde hace tiempo y los usuarios del lugar, que acostumbran a ser sobre todo familias que quedan para realizar barbacoas, tienen que hacer sus necesidades a alguna de las zonas con vegetación del recinto. Así, las dunas vegetales proyectadas por el consistorio se han acabado convirtiendo en un lavabo. Entre las plantas se acumulan numerosas deposiciones humanas, pañuelos de papel e incluso compresas. «No hay ningún otro lugar donde ir al baño y la gente se tiene que esconder detrás de los arbustos de aquí dentro del parque», explicaba ayer una vecina de la ciudad. «Me pregunto cómo es posible que un lugar tan bonito como este lo tengan en este estado», se sumaba a la conversación su compañera de mesa.

La cuestión es que alguien se dedicó, tiempo atrás, a sabotear por completo el WC público (el modelo que habitualmente se instalaba en la ciudad), forzando la puerta lateral donde se encuentra el equipamiento electrónico, cortando y robando gran parte de los cables, piezas y material de valor. Tal es el nivel de vandalismo que ni la cañería que conectaba el servicio con la arqueta ha quedado en pie. Además, se han llevado el pulsador que permitía la abertura de la puerta y han revuelto y robado, incluso, el techo del lavabo. Los delincuentes que han ido actuando en el parque de la Coma también se han llevado alguna de las luces que había adheridas a tierra para marcar el recorrido del camino y han robado varias papeleras, de las cuales ahora sólo queda la estructura anclada en el suelo. Por otra parte, las rejas de hierro de las fuentes han tenido que ser reforzadas con cierres específicos a fin de que no pudieran tomarlas.

A estos actos perpetrados por delincuentes hay que sumar el incivismo de algunos de los ciudadanos que realizan barbacoas en el emplazamiento que, en vez de recoger el material utilizado para cocer la carne, lo dejan en el mismo lugar, de tal forma que es la siguiente persona quien, al llegar, acaba tirando por el suelo los restos y el carbón usado. De esta manera, la zona de parrillas presenta numerosas montañas de desperdicios. Hay que apuntar que el Ayuntamiento de Tarragona, en el informe de actos incívicos cometidos en la ciudad a lo largo del año 2016, ya destacó este emplazamiento como uno de los que más destrozos sufría de forma habitual.