Jordi Puigneró: «La distancia ya se empieza a medir en megabytes»

—La Generalitat ha decidido hacer una clara apuesta por una nueva tecnología, la Blokchain. ¿Cómo prepara el futuro?

—Es una tecnología emergente que no está todavía demasiado madura, pero que todos los expertos indican que será revolucionaria, como a su momento lo fue Internert, que nos ofreció la conectividad entre todos. La Blokchain permitirá, aprovechando la conectividad, desplegar a un modelo de gobernanza sin intermediarios que cambiará a muchos modelos que hoy nos permiten ejercer esta gobernanza de las administraciones o de determinados procesos.

—Cómo afectará al ciudadano?

—Cambiará las administraciones. También, el significado que ha tenido hasta ahora el dinero, desde la perspectiva de cómo hemos entendido las relaciones con los bancos o, igualmente, con los notarios o la transparencia en la forma de otorgar subvenciones las administraciones. En el fondo, no deja de ser lo que quiere decir, una cadena de bloques. En este sistema queda rastro de todo lo que vamos haciendo, de manera individualizada, sin intermediarios, porque la comunidad es la que da confianza sobre el proceso, de aquella operación que se haya hecho. Es complicado de explicar.

—Como decírselo a quien no domina esta tecnología?

—Para que nos entendamos. Imaginémonos la famosa libreta de la Caja. Cuando vamos a sacar dinero, se van apuntando las diferentes transacciones. Imaginamos que esta libreta la compartiéramos varios usuarios. Todos tendríamos esta libreta, el resto de miembros dan validez a los movimientos que se hicieran, pero si alguno quisiera modificar los movimientos de otros, se detectaría el error y no podría hacerlo. Es una tecnología que distribuye la confianza y permite que desaparezca del sistema un único intermediario. Un documento notarial lo tendrían todos, pero no todos lo podrían ver. El sistema garantizaría que es un documento válido, no modificado. También garantizaría que es privado e, igualmente, inviolable. Todo requiere mucha información y de encriptarla. Es una especie de base de datos distribuida. Ahora empezaremos a hablar de eso. La Generalitat analiza qué tecnologías tendrán impacto en los próximos tiempos y esta es una de ellas.

—La Generalitat ya trabaja en el proyecto de llevar la fibra óptica en cuatro capitales de comarca tarraconenses que todavía no disponen. ¿Cuándo dispondrán de la misma?

—Son Valls, Montblanc, Falset y Gandesa. No hay una prioritaria, pero las que son más fáciles de conectar. En Valls y Montblanc, será más fácil, por su proximidad, y, en cambio, llevarla a Falset y Gandesa será más complicado. En el caso de Falset, hay que tener en cuenta que no llega ninguna carretera de la Generalitat o de la Diputación, que está por donde extendemos la fibra óptica. Todas son del Estado y, aunque se podría hacer, sería más complejo. Buscamos una solución. El objetivo es que estas cuatro capitales de comarca estén conectadas en el 2020.

—A a cuántos kilómetros de carretera afecta?

—No dispongo en estos momentos de este dato, pero puedo decir que ya se han hecho 370 en la demarcación de Tarragona. El coste será de entre 8 y 9 millones de euros. El precio de poner fibra es, por término medio, de 50.000 euros por kilómetro.

—Se aprovechará para mejorar los márgenes de las carreteras, como se ha acordado con la Diputación de Barcelona?

—nos hemos emplazado con el presidente de la Diputación de Tarragona, Josep Poblet, para hacer una reunión técnica en septiembre con la finalidad de ver como hacemos el despliegue en estas comarcas. Tenemos que hablar sobre este aspecto. Sí que está el compromiso de hacer este proyecto, que estará terminado en el próximo semestre y, a partir de aquí, se empezará a ejecutar entre el 2019 y el 2020, con respecto a las capitales de comarca y, paralelamente, para que la fibra óptica también llegue a los municipios de menos de 50 habitantes.

—Poblet le ha ofrecido el sistema Actio, que facilita la actividad administrativa.

—me ha hecho una presentación de este aplicatiu que sirve para hacer un tratamiento de expedientes administrativos. Hay que analizarlo. No hay más compromiso que este. Es evidente que la Diputación está adelantada en este sentido y ha hecho esfuerzo importante. Es un referente, en este sentido.

—La sociedad actual ya no puede prescindir de la fibra óptica.

—tenemos que contemplar que la política social más importando del siglo XXI es desplegar la fibra óptica porque puede dar igualdad de oportunidades a la gente, viva donde viva. Es una infraestructura que permite que la gente que reside en los pueblos pueda desarrollar su actividad personal y económica, y no tenga que emigrar a las ciudades a trabajar. Se puede trabajar de forma remota y, ante la evidencia, es una gran oportunidad para el territorio. Pienso que es la política social más importante que se puede hacer en el territorio en estos momentos, precisamente para ayudar en el suyo no despoblación.

—Los tiempos, han cambiado.

—Actualmente, cuando una persona busca un camping o un hotel, la casilla que más marca en el buscador es, aparte del precio, si tiene Wi-Fi o no. Si no tienes Wi-Fi, si no tienes conectividad, ya no te contemplan. En siglo pasado, la competitividad de un municipio se interviene por la distancia con las grandes ciudades. Ahora, por el tiempo que inviertes en trasladarte, pero ya hay un tercer indicador: la distancia mesurada en megabytes.