Sucesos
Unos niños encuentran un cadáver en el complejo abandonado del barrio de Icomar
Los vecinos reclaman que el espacio se limpie y se clausure definitivamente, después de dos muertes
Unos niños de entre 8 y 12 años encontraron el cadáver de un hombre dentro del complejo deportivo abandonado del barrio de Icomar, situado en la calle del Horta Grande, el pasado sábado 21 de julio. Se trata de la segunda muerte que se produce en este espacio, lo que ha despertado indignación entre los residentes del barrio, que exigen el cierre y la limpieza del lugar.
Los pequeños, que al ver el cuerpo desde una ventana exterior no tenían claro si se trataba de una persona o de un muñeco, dieron el grito de alarma a un hombre que cultiva su huerto muy cerca de las antiguas instalaciones de Goles Cinco. El adulto accedió inmediatamente a este espacio, muy degradado, encontrándose a un barón colgado por el cuello, del techo, con una cuerda, en uno de los pequeños habitáculos anexos a la pista principal.
Los Mossos de Esquadra recibían el aviso a los voltios de las 10 de la noche, trasladando hasta el lugar de los hechos a los agentes de la unidad científica. «Cuando llegué me encontré al hombre muy inflado, tenía ya mal pinta, quizás debió llevar entre cinco y seis días muertos», explicaba ayer a este diario la persona que dio el aviso al 112. Entre los vecinos de Icomar se había extendido el rumor de que el cadáver había sido encontrado con las manos esposadas y la boca tapada, creando un cierto temor a la zona, pero Mossos de Esquadra y el mismo ciudadano que avisó, niegan rotundamente que fuera así. Según el atestado policial, el barón, de 34 años, se suicidó, muriendo por colgamiento. «Lo encontramos con una cinta de estas que lleva una pequeña luz, puesta en la cabeza. Aquí dentro no hay ni luz ni agua y era la forma que tenía él de verse cuando era oscuro», apuntaba al testigo.
El hombre finado, conocido entre los sintecho de la ciudad por su acento marcadamente inglés (en la habitación donde se colgó, la policía encontró documentación y textos escritos en este idioma), era una persona de carácter amistoso, que acostumbraba a mantener el espacio donde habitaba «muy limpio», explicaban ayer dos trotamundos que se encontraban en las antiguas instalaciones deportivas. «No sabíamos que había muerto, pero nos ha extrañado mucho encontrar la habitación con tantos desperdicios, él no acostumbraba a ser así», recordaban estos dos hombres, que se mostraban tristes por la pérdida de su compañero. «Iba andando desde aquí, cada día, hasta la playa del Pinar. Le gustaba bañarse y comía allí, después volvía», desgranaba uno de los sintecho.
Segunda muerte en este espacio
El suicidio de esta persona sin techo en las instalaciones abandonadas de Goles Cinco, se suma a la muerte accidental de un joven de 28 años, J.M.I., vecino de Campclar, que perdió la vida en octubre de 2014 al subir al tejado del pabellón central con el fin de recuperar una pelota que se le había quedado colgada. La estructura metálica no soportó el peso y se abrió. El chico fue trasladado en estado muy grave al hospital Joan XXIII, donde desgraciadamente moriría al día siguiente.
Vecinos hartos de la situación
Los vecinos de Icomar, y en especial el presidente de la asociación, Josep Bernat, ya reivindicaron en su momento el necesario cierre del espacio. Con esta segunda muerte, a los residentes del barrio con los cuales pudo hablar ayer este diario, se les ha acabado la paciencia. Uno de los vecinos asegura que el emplazamiento se ha convertido en punto de parada por algunas personas bajo el efecto de sustancias estupefacientes que se quedan en la nave abandonada a hacer noche. Además, aunque el perímetro está rodeado por una valla y los accesos están protegidos con cadenas y candados, hay algunos espacios por donde los jóvenes del barrio entran a jugar de forma ocasional (cómo es el caso de los niños que han encontrado el cuerpo sin vida), lo que causa una amplia preocupación a los padres y madres.