Sanidad Pública
Inspección de Trabajo estudia las altas temperaturas dentro de dos UVI móvil
Las ambulancias avanzadas de Tarragona y Cambrils no tienen base cubierta y llegan «a entre 34 y 40 grados», según CCOO
Inspección de Trabajo está estudiando, según asegura el sindicato CCOO del SEM, las altas temperaturas que se registran en el interior de las dos UVI móvil con base al hospital Joan XXIII de Tarragona y al hospital Lleuger de Cambrils. Estas, no disponen de estacionamiento cubierto ni de ninguna medida de protección, como marquesinas o mallas de sombreado que permitan reducir la temperatura a la cual se exponen. «Cuando tienes parada una ambulancia a pleno sol, antes no consigues refrigerarla, llega a unas temperaturas brutales. Hemos estado registrando entre 34 y 40 grados en el interior y eso estuvo antes de la llegada de la ola de calor», explican fuentes de CCOO.
El sindicato alerta de que esta situación afecta a médicos, enfermeras y técnicos de emergencias en el desarrollo de su trabajo en el interior, pero también a los pacientes que, por las características de este tipo de ambulancias (Apoyo Vital Avanzado con médico), son ciudadanos con enfermedades graves. «El problema es que el trayecto hasta llegar al lugar de la urgencia acostumbra a ser corto y, a veces, en estos minutos no has conseguido refrigerar lo suficiente el interior.
Eso no es nada beneficioso para personas que estén sufriendo, por ejemplo, un golpe de calor o un infarto», explica una enfermera del SEM. «Un ciudadano que está sufriendo un infarto, que suda mucho por la situación comprometida en la cual se encuentra, y que llegues tú y lo pongas dentro de una unidad a 34 grados...», se lamenta la profesional.
Por el que respeta a efectos del calor sobre la ingente cantidad de medicación que equipan las UVI móvil, desde el sindicato se explica que, según a los estudios realizados, excepto algunos medicamentos concretos, la variación térmica no los afecta en exceso, además, los más sensibles se encuentran en la pequeña nevera situada en la zona asistencial.
Ante esta problemática denunciada por los sindicatos, una profesional de Inspección de Trabajo visitó el último 17 de julio las bases de las UVI móvil de Tarragona (unidad T-605) y de Cambrils (T-402), donde según asegura CCOO, «constató una sensación térmica muy elevada». La inspectora solicitó al servicio de Prevención de Riesgos Laborales del SEM diversa documentación, en especial, una evaluación de las medidas de las temperaturas en el interior, que según CCOO, no se entregó. Con el fin de contar con los registros, la profesional de Inspección solicitó que se llevara a cabo el estudio «en un plazo no superior a las tres semanas», apunta el sindicato. Así, el 24 de julio, después de una nueva reunión, se situó un termómetro en el UVI móvil de Cambrils, concretamente en el cabezal de la litera de la unidad, para registrar a lo largo de 24 horas, el nivel térmico en el cual se puede encontrar expuesto un paciente atendido. La jornada posterior el medidor se instaló a la unidad adelantada de Tarragona ciudad. La inspectora, explica Comisiones Obreras, solicitó también el pliego de condiciones de contratación, ya que según han denunciado en reiteradas ocasiones los sindicatos, la instalación de toldos tenía que ir a cargo de la empresa adjudicataria, en el caso del Camp de Tarragona, la UTE Egara. CCOO culpa tanto en esta empresa privada que gestiona las ambulancias, como el mismo Sistema de Emergencias Médicas (SEM) por no haber materializado la instalación. En el caso de Tarragona ciudad, la base de Joan XXIII entró en servicio el pasado 31 de octubre y, ya en aquel momento, el sindicato remarcó esta necesidad.
Igualmente, la profesional de Inspección instó, dice CCOO, «a hablar con el ICS de Tarragona y con el Ayuntamiento de Cambrils (gestores de los espacios donde se encuentran las respectivas bases), para encontrar soluciones definitivas». Y mientras no lleguen, el Comité de Seguridad y Salud Laboral del SEM recomienda a los profesionales de los vehículos sin emplazamiento cubierto, «buscar un espacio adecuado y moverlos a una zona de sombra o poco expuesta al calor directamente, en la medida del posible, dentro de la ubicación de la base». Es más, el gestor de emergencias aconseja «dejar las ventanas de la cabina de conducción abiertas 4-5 centímetros» con el fin de propiciar que la salida del calor y la renovación del aire.