Ballesteros dice que el nuevo Imperial Tarraco abrirá en catorce meses

Las obras de reforma integral del antiguo Hotel Imperial Tarraco, iniciadas el enero pasado, avanzan. La reciente instalación de una valla perimetral en torno al recinto, en Rambla Vella y el Passeig de les Palmeres, ofrece, ahora, la sensación que el ritmo de los trabajos se están acelerando. El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, ha manifestado a esta redacción que el proyecto inicial tuvo que ser revisado para introducir «pequeñas modificaciones», y estima que el nuevo establecimiento hotelero podría abrir sus puertas «en un periodo de catorce meses». Este calendario implica que la reapertura puede producirse en otoño del próximo año.

El alcalde ha recordado que la reforma afecta tanto al interior del hotel como al exterior y la zona ajardinada. Desde la calle ya se aprecian las obras que se hacen en varias plantas del hotel, aunque todavía son poco visibles, ya que afectan, sobre todo, en las dependencias interiores. El proyecto prevé la introducción de mejoras y la reducción del número de habitaciones, que pasará de las 170 que tenía a 139.

Ballesteros considera que la reapertura del hotel del paseo de les Palmeres en el transcurso del 2019 «será importante, ya que el Imperial Tarraco ha sido, durante décadas, uno de los barcos insignia de nuestra ciudad y pienso que también lo será en el futuro». El establecimiento que gestionará la nueva propiedad contribuirá a «mejorar la oferta hotelera de Tarragona», ha dicho.

El alcalde de Tarragona ha señalado, por otra parte, que el Ayuntamiento mostró su interés a varias empresas para que la ciudad no perdiera un establecimiento de las características del Imperial Tarraco, localizado en un espacio privilegiado. «El Imperial Tarraco fue una referencia tanto para los turistas como para los ciudadanos de Tarragona, ya que durante años hubo todo tipo de celebraciones, como bodas, e incluso congresos». El objetivo es que recupere el significado que tuvo en el contexto de la ciudad desde su inauguración el año 1963.

El declive de la cadena

El hotel Imperial Tarraco cerró las puertas de manera definitiva el 21 de mayo del 2017. El nuevo propietario, Alta Diamond Projects, adquirió el hotel de la cadena Husa, presidida por Joan Gaspar y ahogada por las deudas, que tuvo que desprenderse de varios establecimientos. El importe de la operación fue de aproximadamente ocho millones de euros.

Husa inició su política de venta de los hoteles de la cadena ya hace años. Sin ir más lejos, en el 2017 ya dejaron de pertenecer en la cadena establecimientos muy conocidos como el Husa Tuca (Vielha) y el Husa Orri (Tredòs), a los que se añadió el Imperial Tarraco. La crisis en el Grup Husa se inició al principio de este siglo y en el 2011 se vendió el Hotel Palace Barcelona, el más emblemático de la familia Gaspart, a unos inversores británicos por el precio de 68 millones de euros. En esta ocasión, sin embargo, el Grup Husa se quedó con la gestión. Por aquellas fechas, también se pusieron en venta el antiguo Ritz, de Barcelona y el Husa President Park, localizado en Bruselas. La cadena llegó a tener 120 hoteles, repartidos por España, Andorra, Alemania, Turquía, Argentina, Bélgica, y Marruecos.

Con la nueva propiedad, el alcalde Ballesteros confía en que el futuro hotel se convierta «en una referencia», como lo fue el Imperial Tarraco por espacio de más de medio siglo. En sus habitaciones se hospedaron todas las personalidades políticas y artísticas que durante décadas visitó la ciudad.