Educación
La URV licita la segunda fase de construcción de la nueva Facultad
Destina un presupuesto de 2,8 millones de euros a las obras de levantamiento de la estructura, las cubiertas y fachadas, en 11 meses
La Universidad Rovira i Virgili continúa adelante con la construcción del nuevo edificio de aulas del campus Catalunya, que tiene que acoger a los alumnos de la Facultad de Ciencias de la Educación y Psicología, actualmente en unas instalaciones muy envejecidas del campus Sescelades a Sant Pere i Sant Pau. La institución ha sacado ahora, a licitación pública, la segunda fase del proyecto, en la que se tiene que realizar el levantamiento del nuevo edificio: estructura, cubiertas y fachadas. Esta etapa constructiva, que tiene un plazo de ejecución previsto de 11 meses, cuenta con un presupuesto de 2.853.472,11 euros (IVA incluido).
Actulament, se trabaja en la primera etapa de la obra, consistente en el derribo del pavimento de hormigón existente, el movimiento y excavación de tierras, la cimentación, el levantamiento de los muros de contención y la edificación de toda la estructura que queda debajo rasante. Las excavadoras iniciaron la tarea el 13 de marzo, con un presupuesto de 1.264.089,3 euros y un plazo de ejecución previsto de seis meses, que tendría que entregar el relevo a la segunda fase en un breve lapso de tiempo, si se cumple el calendario previsto. Cabe decir sin embargo, que la segunda etapa de edificación se demorará todavía unos meses: las empresas constructoras pueden presentarse al concurso público hasta el 21 de septiembre, en lo que hay que sumar el plazo de revisión de la documentación entregada, por parte de la administración.
No será hasta el 19 de octubre cuando se llevará a cabo la apertura|abertura de los sobres de cada empresa candidata. En caso de que ningún licitador presente recursos que retrasen más el proceso, la empresa constructora que se lleve el contrato tendrá un mes, desde la firma de formalización, con el fin de iniciar las obras en el campus Catalunya de la URV.
El nuevo edificio de aulas (con unos 5.000 metros cuadrados útiles), será una continuidad de los dos bloques anexos ya existentes. Contará con la misma altura de cinco plantas más una semi-planta superior destinada a las instalaciones, pero presentará una diferencia importante: la planta subterránea también se habilitará para el uso académico, situando un salón de actos de 786 metros cuadrados y de otras dependencias complementarias. La edificación también contará con la misma distribución interior de los espacios. Se situarán las aulas en el lado norte (la que da en la autovía A-7) y se prolongará el largo pasillo que ya conecta las aulas de una misma planta de extremo a extremo. En el caso de la quinta planta de la nueva construcción, el pasill quedará en la zona central, ya que, las aulas, de proporciones más reducidas, estarán situadas a ambos lados.
Por lo que respecta a la imagen exterior, las diferencias serán poco visibles con respecto a los espacios actuales. «La construcción de las fachadas de los nuevos edificios seguirá escrupulosamente las mismas pautas compositivas establecidas por las existentes, con la única diferencia que los nuevos paneles opacos de la fachada podrán no ser de hormigón, sino que serán sustituidos por paneles más ligeros, de GRC (glass reinforced concret) y de aluminio, de manera que, a lo largo del tiempo, se constate un proceso de aligeramiento en todos los elementos constructivos, sin perder nunca la voluntad de coexistencia formal», se apunta en el proyecto ejecutivo de las obras, realizado por el UTE de estudios de arquitectura RGA Arquitectes e Ignacio Sánchez Zárate.
Dudas sobre las próximas fases
Los trámites administrativos para la ejecución de la segunda fase avanzan, pero no está claro a estas alturas, qué sucederá con las dos fases posteriores a que completarían el proyecto. En la tercera etapa se tendrían que realizar los acabados y las instalaciones del nuevo bloque de aulas (que ahora se levantará) y en la cuarta se prevé construir un nuevo edificio de 3.500 metros cuadrados, junto a la avenida Catalunya, destinado a los despachos de los profesores de la facultad que se incorporará al campus, y a las tareas de investigación.
La misma rectora de la URV, María José Figueras, mostró sus dudas, públicamente, sobre la viabilidad del proyecto en el Consejo de Gobierno del pasado 19 de julio. La institución tarraconense tiene que pagar con recursos propios los siete millones de euros que cuestan las tres primeras fases y, la última, la del edificio de los docentes, con un coste estimado de 3,5 millones de euros, tendría que ir a cargo de la Generalitat, pero la administración catalana todavía no ha materializado su compromiso, según indicó la rectora en la intervención de julio.