Reclaman la mejora del acceso a la Llarga desde el tenis y del camino de ronda

El acceso a la playa Llarga desde la zona del tenis, como popularmente se conoce, está bastante deteriorado, según opinan usuarios habituales de este espacio. Pere Sánchez, vecino de Cala Romana, de 85 años, que cada día sale a caminar, sugiere la introducción de mejoras tanto en el citado acceso como en el camino de ronda. Sánchez dijo ayer a esta redacción que convendría la delimitación de un espacio mínimamente urbanizado «para poder desplazarse por la playa sin necesidad de tocar el agua, sobre todo para poder utilizarlo durante el invierno.» La acotación del espacio de dunas «está muy bien», dijo Sánchez, pero ha acabado «con el único sendero que había lejos del agua». «Este sendero facilitaría la conexión a pie entre las playas a través del camino de ronda», añadió. «El único sendero de peatones existente en esta playa, paralelo en la vía del ferrocarril, está inutilizado a causa de la colocación de una obra de canalización», remarcó Sánchez, quien apuntó que «la presencia de una arqueta complica caminar a la gente de cierta edad».

Por otra parte, Sánchez apuntó que «cada día salgo a caminar y con mucha frecuencia lo hago por la Llarga». En sus salidas, observa aspectos que se tendrían que mejorar, como la valla metálica que separa la playa del trazado del ferrocarril. «Está rota, oxidada y su aspecto da vergüenza», dijo este vecino de Cala Romana, el cual apuntó que «supone un peligro para las personas y, de manera particular, para los niños, que se pueden colar hasta las vías del tren, y da una imagen de dejadez».

En las últimas semanas, la situación ha empeorado. A causa de las lluvias torrenciales, en canal de agua que dirige las aguas desde el punto más alto de Cala Romana hasta la playa, ha dejado sin arena el sector del túnel ferroviario, dejando visibles bloques de piedra. Este ámbito se corresponde en el espacio donde hay ubicados lavabos públicos.

Pere Sánchez apuntó, por otra parte, que la ubicación de una arqueta en el ámbito de acción del sendero también dificulta el traslado de mercancías hasta un chiringuito localizado en las proximidades. En este mismo espacio se encuentran unas duchas. «La zona se colapsa», dijo Sánchez, quien comentó que «hace falta que se arregle una zona» utilizada por miles de personas que hacen uso del puente del tenis para ir a la Llarga, una playa con muy pocos accesos. «A la vista del actual paisaje abandonado y decadente, si hoy Cèsar August viniera a Tarragona seguramente escogería para su tropa y como punto de acampada un espacio alejado de nuestra degradada costa», comentó el vecino de Cala Romana y usuario habitual de la Llarga.