Asuntos Sociales pondrá en marcha dos pisos para jóvenes con dificultades y extutelats
Habrá seis plazas para chicos de entre 18 y 21 años y se ofrecerá «soporte personal, formativo y laboral» durante el proceso de inserción en la sociedad
El Departamento de Asuntos Sociales financiará seis nuevas plazas en dos pisos de Tarragona ciudad, para jóvenes de 18 a 21 años con dificultades sociales y extutelados de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia, que no disponen de recursos propios ni familiares y que «al llegar a la mayoría de edad salen de las instituciones donde han sido acogidos», se especifica desde el organismo público. En definitiva, se trata de suavizar su salida de los centros, y que, al cumplir 18 años, de un día para el otro, no se encuentren solos y desatendidos.
Este servicio asistencial se basa al «ofrecer los recursos de soporte personal, de vivienda, formativos y laborales necesarios para asesorarlos y acompañarles en el ejercicio de la plena ciudadanía, en condiciones de igualdad, con responsabilidad y con el máximo grado de integración», se desgrana desde el Departamento, que ha presupuestado un máximo de 75.376,95 euros (37.688,47 euros para cada uno de los pisos), para la entidad o entidades que se hagan cargo de la gestión de una o de las dos viviendas.
El proyecto se centra en la adquisición de autonomía personal por parte de los jóvenes, por lo cual, no habrá ningún educador social residiendo con ellos las 24 horas del día. Los chicos tendrán que cocinar, lavarse la ropa y realizar todas las tareas del hogar, bajo la supervisión de un profesional, que pasará a verlos al menos una vez al día, con el fin de realizar un seguimiento de su proceso. Los técnicos (el Departamento de Asuntos Sociales exige un educador, como mínimo, por cada cuatro jóvenes) tendrán que elaborar y evaluar un Plan de Trabajo Individualizado para cada uno de los chicos y chicas acogidos, conjuntamente con el Área de Soporte a los jóvenes Tutelados y Extutelados, que se tendrá que adaptar «a las características y necesidades a particulares de la población atendida». Además, tendrán que observar su conducta y «incidir sobre sus hábitos». Dado el caso, los responsables tendrán que intervenir «para solucionar las situaciones conflictivas que se produzcan, adoptando las decisiones que crean oportunas». Con el fin de garantizar una atención correcta, la entidad tendrá que tener algún educador disponible las 24 horas del día, con el fin de solucionar cualquier problemática.
Conseguir una inserción real
La Generalitat remarca en la documentación del proyecto que, es fundamental «incidir en todos los procesos de inserción sociolaboral de los jóvenes», además de realizar «un acompañamiento educativo durante el proceso de consecución de la autonomía personal». Desde la administración pública se insiste en la necesidad en «potenciar una educación integral, con respecto a la dimensión personal, relacional, laboral y formativa». Asuntos Sociales también pide a la entidad que se haga cargo del servicio, que los pisos donde residirán sean «un ámbito acogedor y tranquilo que favorezca la seguridad de los jóvenes, proporcionándoles una habitación individual, personalizada, con un armario, mesilla de noche y una mesa de estudio». Los educadores tendrán que elaborar informes periódicos de la evolución global de los jóvenes atendidos y remitirlos «como mínimo semestralmente» en el Área de Jóvenes Tutelados y Extutelados, con el fin de elaborar o revisar su Plan de Trabajo Individualizado.