Más de 600 firmas piden un pipican con valla, agua y en condiciones

Un total de 639 vecinos de Sant Pere i Sant Pau han presentado ante el Ayuntamiento un documento en el cual piden el cumplimiento de la normativa municipal con respecto a las instalaciones de pipican. El espacio, ubicado entre el campo de fútbol y las residencias de la Guardia Civil, «incumple la normativa», manifestaron ayer a esta redacción Teresa Valencia i Glòria Herrera, dos de las impulsoras de la reivindicación.

Herrera, presidenta de la asociación Rodogat, comentó que, de momento, el Ayuntamiento no nos ha contestado el escrito que presentaron el pasado mes de julio. Valencia recordó que hace unos meses «un perro salió a la calle y murió al ser atropellado por una furgoneta y arrastrado unos metros porque no hay valla, como obliga la normativa».

Los usuarios del pipican también reclaman la instalación de al menos un punto de agua –«nosotros tenemos que traer botellas»- y la sustitución de una papelera oxidada y a la que le falta la parte inferior. Además, las lluvias recientes han creado un agujero en el suelo, «que, como la papelera, es un peligro para los niños». Aunque el Ayuntamiento ha instalado unas vallas a su alrededor, «cada día se está haciendo mayor», dijo Valencia, quien reclama la colocación de una banda sonora en la calle, coincidiendo con la entrada en el pipican, «porque los coches son un peligro tanto para los perros como para los niños que corren detrás cuando salen del recinto».

David Patiño, uno de los usuarios que ayer tarde fueron a pasear el perro, dijo que «el estado del pipican es de abandono». «En primavera, las hierbas llegan al metro de altura». En este punto, Valencia añadió que «cuando las cortan las dejan en el suelo, los perros las huelen y, a veces, tienen que ser atendidos por el veterinario». Naila Montiri comentó que «el espacio está muy bien, pero preferiría un pipican más pequeño siempre que estuviera en condiciones, no como este que, para no tener, no dispone ni de un banco para que se puedan sentar las personas mayores».

El malestar es generalizado. El colectivo dijo que «han firmado el escrito dirigido al Ayuntamiento personas que tenemos perro, otros que no tienen o que sus mascotas son gatos». Los usuarios piden un mantenimiento adecuado y, sobre todo, el cierre del recinto.