Patrimonio
ERC pide una actuación urgente para evitar que caiga Ca la Garsa
El edificio medieval, enclavado en la judería judía, ha sido apuntalado para asegurar su estabilidad
El edificio histórico Ca la Garsa ha tenido que ser apuntalado ante el peligro de que las estructuras caigan al suelo. Este edificio medieval de la plaza de los Àngels, enclavado en el corazón de la judería judía de Tarragona, habría podido albergar una sinagoga, según apuntan algunos investigadores. Hace unos años, el Ayuntamiento impidió la construcción de un bloque de viviendas después de que el antiguo propietario vendiera el inmueble y, una vez demolido parcialmente, se hizo una intervención para consolidar el conjunto de arcos. La parte más afectada da en la calle de Talavera, donde se han detectado grietas que han afectado en los sillares.
El solar donde se encuentran los restos medievales contiene niveles de época baiximperial de los siglos V y VI. Con la demolición de inicios del siglo XXI se perdió una capilla del XVIII que era una de las características de la plaza de los Àngels. Esta, antes de recibir el nombre actual, fue conocida como plaza de la Juheria y, posteriormente, como placita de los Judíos. La presencia hebraica en Tarragona está fechada, de manera ininterrumpida, desde el año 1238 hasta 1492, cuando los Reyes Católicos decretaron su expulsión de la península Ibérica.
La reclamación republicana
Ante esta situación, el grupo municipal de Esquerra Republicana al Ayuntamiento de Tarragona anunció ayer que «reclamará» al equipo de gobierno un informe sobre el estado del edificio y la previsión de actuaciones para su consolidación. «No nos podemos permitir ver cómo se hunde un elemento patrimonial de tanto valor como este por la desgana o el desinterés del equipo de gobierno», manifestó Pau Ricomà, portavoz de los republicanos.
Ricomà mostró su preocupación por el estado de conservación del inmueble. En opinión de ERC, el edificio medieval «se suma a una larga lista de elementos patrimoniales de la ciudad que presentan riesgos». Ricomà no dudó a exclamar que la Parte Alta se hunde.
El portavoz republicano lamentó «la falta de estrategias de conservación del patrimonio por parte del equipo de gobierno» y afirmó que «el estado de Ca la Garsa no es un hecho aislado, se repite en muchísimos edificios con valor patrimonial, así como a los monumentos de la ciudad». En una situación similar se encuentra un sector del Anfiteatro de Tarraco, donde también aparecieron grietas. «Reivindicamos que el Ayuntamiento disponga de un plan de gestión del patrimonio con especial cuidado por la conservación de los monumentos y edificios singulares», concluyó Ricomà, después «de instar en el gobierno a apostar por la conservación del patrimonio medieval y cumplir con las promesas de poner en valor la judería judía que realizaron cuando se presentó la adecuación de Ca la Garsa al 2015».